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domingo, 29 de diciembre de 2013

Julia Roberts: “La fama es una brisa de verano”

La actriz Julia Roberts protagoniza la cinta “August: Osage County” junto a Meryl Streep

Toronto, Canadá.- Las calles que rodean el Teatro Ray Thompson en Toronto parecen la entrada a un estadio de la mejor banda de rock. Los costados de la alfombra roja están colmados de sonrientes admiradores canadienses que se niegan a perder un solo momento, tomando fotos con los teléfonos celulares, a medida que ven llegar a la estrella más famosa de Hollywood: Julia Roberts.

Como la mejor antesala del óscar, en el estreno mundial del Toronto International Film Festival (TIFF), solo los invitados especiales podían ver la película, en la misma sala con Julia. Y entre aquellos privilegiados, estábamos nosotros, testigos fieles de los aplausos, gracias a la invitación especial por nuestra programada entrevista.

- ¿Cómo fue la experiencia de ver por primera vez, la película “August: Osage County”, con público, en medio de un festival tan importante como TIFF?

Me encantó ver la película y por lo visto... el público también lo disfrutó. Fue maravilloso ver el apoyo con tanta energía. Es algo que nunca me voy a olvidar.

- Aunque el público no lo sabe, lo más común es ver a las estrellas de cine en la alfombra roja de un estreno, pero en verdad desaparecen después durante la función. La mayoría de los famosos no se quedan a ver la película con la gente. Pero esta vez fuimos testigos: vimos cómo se quedó desde el principio hasta el fin, en el balcón principal del Teatro Ray Thompson.

Me quedé porque no la había visto. Quería verla y debo haberle cortado la circulación a Dermot Mulroney cuando le apreté tanto la mano entre tanta excitación y emoción por ver lo que habíamos hecho todos los actores, quise ver lo que mis amigos habían hecho... tan bien. Fue maravilloso.

La experiencia de estrenar una película de Hollywood, lejos de Hollywood, es bastante diferente. El entusiasmo de la gente que no está acostumbrada a ver personalmente tantas estrellas famosas, se nota en las sonrisas difíciles de borrar.

Ni siquiera se quejan cuando la función programada para las seis y media de la tarde, se retrasa por el tiempo que Julia Roberts se demora en firmar autógrafos a los fans entusiasmados que esperaron toda la tarde, para verlas más de cerca, en la alfombra roja.

Más que cine, parecía una obra de teatro sin guion, donde el final se llenó de aplausos del público ovacionando de pie a Julia Roberts que saludaba como agradecimiento desde el balcón principal del teatro.

Ni siquiera en la mejor película de ciencia ficción, los espectadores pueden ver a los protagonistas, en vivo, como si fuera la más soñada entrega del óscar.

- ¿Entre tanto entusiamo por el estreno, la predicción para el óscar es el mejor postre?

Para mí, ya fue un triunfo cuando terminamos el rodaje, porque había ganado muchos amigos y conseguí mis metas personales. El resto es una felicidad extra.

- ¿Y es cierto que Meryl Streep aceptó postularse en la categoría de Mejor actriz de reparto para que usted vaya sola como Mejor actriz, sin tener que competir entre ustedes?

No lo sé, no lo sé, no lo sé.

Por supuesto, Julia Roberts no puede asumir en público semejante truco para evitar que los votos del óscar se dividan entre ella y Meryl Streep. Pero seamos honestos, analizando su respuesta... si no fuera verdad, en vez de repetir que no lo sabe, ella misma hubiera sido la primera en negarlo.

Solo basta ver la cinta para darse cuenta que Meryl Streep es también la protagonista, desde el principio hasta el fin. Pero el hecho de separarlas, también genera más posibilidades.

¿Qué otra actriz de reparto puede competir contra alguien tan acostumbrada al óscar como Meryl Streep? Y al quedar sola, en la categoría como Mejor actriz, Julia Roberts puede repetir la experiencia de ganarlo, una vez más.

- ¿Mirando hacia atrás, que significa ganar un óscar realmente?

Ganar un óscar fue tan grandioso que no bromeo: Lo recomiendo por completo (Risas).

En Atlanta, en el hospital Crawford Long, Julia Fiona Roberts (sí, sí, Fiona es su segundo nombre) nació a los 16 minutos del 28 de Octubre de 1967. Sin saber que su destino era ser estrella de Hollywood, en un principio pensó en ser veterinaria y después incluso estudió periodismo.

Pero su hermano Eric Roberts ya había elegido la actuación, cuando Julia decidió seguirlo (Juntos trabajaron en la película Blood red, donde ella apenas tenía un papel muy secundario). Tampoco tardó demasiado en protagonizar en cine Mystic Pizza, casi al mismo tiempo que aparecía en el capítulo final de la cuarta temporada de la serie de TV Miami Vice.

Dos años después, Julia se cruzó de golpe con su verdadero destino, gracias a Meg Ryan, Michelle Pfeiffer y Daryl Hannah que rechazaron el famoso rol de Pretty woman, recibiendo una nominación al óscar como Mejor actriz, apenas un año después de haber sido nominada como Mejor actriz de reparto por Steel Magnolias.

Era la época en que ella también había anunciado la boda del año con Kiefer Sutherland, cancelándola cuando solo faltaban tres días para la ceremonia (la gran razón: él había sido descubierto por un paparazi, con una actriz de cine porno llamada Raven). También hubo otro noviazgo famoso con Matthew Perry cuando Julia aceptó participar en un par de capítulos de Friends, pero terminó casándose en Junio de 1993, con su ídolo de la adolescencia, el cantante de música country Lyle Lovett.

Y aunque ella era famosa por las mejores comedias románticas, le costó encontrar un final feliz en su vida privada, divorciándose en menos de dos años. Julia incluso tuvo un noviazgo mucho más largo, con el actor peruano Benjamin Bratt, hasta que conoció al camarógrafo Daniel Moder durante el rodaje de The mexican. Con una vida más complicada que sus películas del cine, ella todavía seguía de novia con Bratt, y Moder estaba casado con la maquilladora argentina Vera Steimberg.

No parecía el mejor futuro, pero después que él se divorció, Julia y Daniel se casaron el 4 de Julio de 2002, para tener juntos tres hijos, los mellizos Hazel y Finn (9) y Henry (6).

En el camino, se dio el lujo de rechazar el mismo personaje de Shakespeare in love con que Gwyneth Paltrow ganó el óscar, hasta que Julia consiguió su propia estatuilla con el drama de Erin Brockovich. Con George Clooney estuvo a punto de trabajar en la versión de Batman and Robin en el personaje de Poison Ivy que también rechazó.

Y ya se había convertido en la primera actriz que cobraba 20 millones de dólares por película, cuando sorprendió al aceptar la participación en Ocean’s eleven, gracias a una broma de Clooney ofreciéndole el personaje con un billete de 20 dólares en una tarjeta que decía “Escuchamos que ganas $20 por película”.

- ¿Desde que se convirtió en madre, los valores familiares se volvieron más importantes que la fama?

No solo los valores familiares, los valores en general. Es lo que realmente vale. La fama es una brisa de verano que viene y se va, pero es importante tener como una roca los pies sobre la tierra, sabiendo quien soy yo. Eso, es muy importante.

- ¿Se identifica en algo con la historia de esta familia?

Bueno, mi madre no es ninguna perra ni una borracha, como el personaje de Meryl (Risas). Amo demasiado a mi madre.

- Los grandes problemas de la familia, en la película, parecen venir por tanta frustración y odio. ¿A nivel personal, qué hace para ventilar su propio odio y frustración?

Actuar. Después de esta película, ya no tengo que enojarme por diez años más. Saqué todo mi odio afuera (Risas).

- ¿Durante el rodaje, cuál fue el peor problema “familiar” entre los actores?


La historia de nuestras vidas: mantenernos al nivel de Meryl Streep (Risas).

- Fuera de broma, ¿cómo resultó la reunión en una película, con Meryl Streep?

Bueno, trabajar con Meryl Streep es cumplir un sueño. Para cualquiera, conocerla es un honor, como persona es hermosa pero también intimida. Ahora, jamás me imaginé que la iba a tratar tan mal como tuve que tratarla en la película. Yo siempre pensé que íbamos a tomar el té, hablando en acentos fabulosos, con el mejor vestuario.

Al final, ahí estaba yo, transpirando, ahorcándola en una escena. Ese no era mi sueño (Risas). Pero fue increíble. Detrás de todas las verdades que aparecen en el drama de esta familia, creo que también hay siempre un abrazo y un beso.

Y eso fue el elixir que necesitaba para volver a querer ahorcarla al día siguiente (Vuelve a reír). Daba miedo hacer algo así.

Ella no solo es sublime y superior en su trabajo, es una persona hermosa que no solo ve lo que yo necesito como actriz, sino lo que necesita cualquier mujer en este mundo. Debe estar durmiendo ahora, porque seguro está cansada de cuidarme tanto.

Como una coleccionista de óscares, además de Julia Roberts, la película cuenta con el pedigrí de Meryl Streep y otras anteriores nominadas como Juliette Lewis y Abigail Breslin.

Presentando el mejor nivel de actuación, en cierta forma también predice la próxima entrega de premios, con la adaptación al cine de la obra de teatro August: Osage County sobre el drama de una familia con todo tipo de dramas: Una madre (Meryl Streep) con cáncer y adicta a las drogas, alejada de sus tres hijas (Julia Roberts, es una de ellas) que se vuelven a reunir para enterrar al padre que se suicida, destapando peores dramas ocultos en la familia, en medio de un verano de Agosto, en Oklahoma.

- ¿Había visto la obra de teatro original en que se basa la película?

Yo había visto la obra de teatro y me encantó. Después de verla, pensé que mi vida nunca más iba a ser igual. Después de llevar al cine esta misma obra con la calidad de actores que tuvimos, mi vida nunca va a ser la misma.

- ¿En algún momento pensó en rechazar semejante drama?

En este punto de mi vida, con una carrera tan larga, con un elenco tan difícil de conseguir y una obra tan difícil de hacer, la película me parecía un monstruo muy difícil de armar, como una torre de cartas. Si tengo que tomar la decisión de salir de casa a trabajar, quiero que sea con algo muy pero muy difícil. Y esta película fue tan difícil como emocionante.

- ¿Alguna escena favorita?

Mi escena favorita es en la estación con Chris Cooper y el hijo. Era mi escena favorita en la obra de teatro y era mi favorita cuando leí el guion. Verla cómo la hicieron, me partió el corazón. Tengo demasiado maquillaje como para seguir hablando del tema.

- ¿Qué tan difícil fue filmar un nuevo drama familiar, todos los días?

Nos rompimos el alma trabajando, porque no había otra forma de hacerlo. Nunca antes trabajé tan duro en mi vida y yo di a luz tres hijos (Risas). Cada día, sentí que tenía que escalar una montaña y descubrimos que la única forma de escalar, era tomándonos de las manos, nos guste o no.

Trabajábamos todo el día. Incluso al final de cada jornada de rodaje, cada uno se iba a tomar una ducha a casa para salir corriendo después hasta la casa de Meryl para practicar lo que íbamos a hacer al día siguiente. Necesitábamos mantener el momento por 19 o 20 horas al día, para evitar que desaparezca el clima.

Fue la mejor experiencia actoral de mi vida. La verdad, no entiendo cómo lograron hacer algo así, en teatro, ocho veces, ocho funciones por semana, sin tener que pasar por un centro de rehabilitación.

Nuestra experiencia fue como el mejor cofre de un tesoro de descubrimientos para mí. Por encima de todo estaba Meryl Streep, demostrando que lo único que vale es trabajar duro. Nunca antes había visto a alguien trabajar tan duro como trabaja ella. No es una genia por ningún toque mágico, realmente es la mujer más trabajadora del lugar y estoy agradecida de haberlo visto en persona.

- ¿Cómo resumiría su personaje, para quienes no vieron la película?

Mi personaje es Bárbara, la hermana más grande y la menos apreciada de toda la familia Weston.

- ¿Aprendió algo de ese personaje?

Sí, que me gusta ser la hermana mayor. Soy la menor de todos en mi familia y por lo visto, ser la más grande... es mucho mejor (Risas).


Fuente: la prensa

Anita Haidary: Empoderamiento de las mujeres en Afganistán

Anita Haidary es una activista afgana de los derechos de la mujer y cofundadora de Jóvenes Mujeres por el Cambio [en] (JMC), una organización no gubernamental que pretende fortalecer y mejorar la vida de las mujeres en Afganistán. 

Estudia Cinematografía en una universidad norteamericana, mientras continúa abogando por los derechos de las mujeres afganas. Global Voices la ha entrevistado con relación a su activismo y su punto de vista sobre el papel de la mujer en Afganistán tras las elecciones del 2014. 

GV: ¿Qué fue lo que te inspiró para comenzar ‘Jóvenes Mujeres por el Cambio'?


Anita Haidary: Cada detalle en mi vida, mi familia, mi religión, las clases que he tomado, y la escuela a la que fui han hecho de mi la persona que ahora soy, con los valores que tengo. La igualdad que me enseñó mi religión y la experiencia de ver esta igualdad practicada en mi familia me hicieron más fuerte y promovieron ciertos valores en mí. Ver la desigualdad y la ofensa en la escuela me dio la fuerza, y he estado resistiendo la injusticia desde octavo grado. No sabía que contra lo que estaba luchando era contra la desigualdad de género. No estaba dispuesta a aceptar algo que creía ser incorrecto. Más tarde se convirtió en una lucha mayor para las mujeres afganas.

GV: ¿Por qué elegiste hacer campaña por los derechos de la mujer?


AH: Mucha gente cree que tienes que ser una víctima para sentir el dolor. Pero yo no estoy haciendo campaña por los derechos de la mujer por haber sido una víctima. Siempre me dijeron que era una persona fuerte, cualificada e inteligente. Los profesores de la escuela nos solían decir que nosotras, mujeres y niñas, éramos vulnerables, por lo que decidí defenderme contra esa opinión. Continué haciéndolo cuando veía el acoso contra la mujer y nuestro limitado papel en la sociedad. Todo ello me ha llevado a trabajar por los derechos de las mujeres y convertirme en la cofundadora de Jóvenes Mujeres por el Cambio.

GV: ¿Es peligroso para ti abogar por los derechos de las mujeres en Afganistán?


AH: Cualquier intento de cambio social y cualquier desafío contra lo convencional es peligroso. Es precisamente por eso por lo que se debe realizar este trabajo. Tiene que empezar en alguna parte. Por otro lado, no estoy de acuerdo con declaraciones como que los activistas deben “estar hechos de acero” y valientes. Somos seres humanos, y está en nuestra naturaleza el tener miedo. Lo importante es que continuemos luchando a pesar de los peligros con los que nos topemos, debo recordarme a mi misma de vez en cuando que como mujer, tengo el derecho a la seguridad. Por ello, mientras que la determinación a continuar la lucha es importante, también lo es ser inteligente para sobrevivir y ser capaz de mantener viva la lucha.

GV: ¿Cómo ayuda JMC a poner fin a la violencia y la discriminación contra las mujeres en Afganistán?

AH: JMC se centra en el trabajo de base. Organizamos varios proyectos de escuela centrados en la prevención del acoso y tratando temas de los derechos de la mujer en general. También organizamos manifestaciones contra los crímenes de honor y el acoso en la calle, además de difundir carteles pidiendo a la gente parar estas prácticas. También escribimos blogs para elevar la conciencia. Además, JMC organiza conferencias abiertas al público para aumentar el conocimiento de la gente sobre los derechos de las mujeres en el Islam y en el derecho internacional.

GV: ¿Cuán cerca crees que JMC está de alcanzar su meta?


AH: Hemos empezado. La meta de JMC es empezar la conversación sobre los derechos de la mujer afgana, encontrar soluciones a los temas más comunes en nuestra sociedad, y utilizar los grupos de presión de la sociedad para poner en marcha esas soluciones. Creo que, por ahora, hemos tenido éxito acercándonos a nuestra meta, especialmente reclutando voluntarios, generando debates productivos, y encontrando soluciones colectivas que respetan la diversidad de la sociedad afgana.

Estamos actualmente trabajando para dar a JMC una estructura formal, lo cual es importante puesto que estamos planeando aumentar y extender nuestra cobertura geográfica en Afganistán. Pronto lanzaremos un reportaje sobre el acoso en la calle. También extenderemos nuestro trabajo con escuelas y cursos privados.

GV: ¿Cuáles son los retos principales a los que JMC se enfrenta?


AH: Somos un movimiento de base que depende de voluntarios más que de empleados. Los voluntarios se enfrentan a muchos retos en Afganistán, lo que hace nuestro trabajo también desafiante. Los temas financieros y problemas sociales como el acoso en las calles se suman a nuestros problemas.

Además, la gente sabe poco acerca de nuestra causa y a menudo se oponen a lo que hacemos en algunas zonas de Afganistán. Hay opiniones firmes en contra de que las mujeres y hombres trabajen juntos en partes de la sociedad afgana. Pero incluimos hombres en el trabajo de JMC porque creemos firmemente que es importante que los hombres sepan sobre los derechos de las mujeres y se unan a nuestra lucha por esos derechos.

GV: ¿Cuál es tu opinión sobre la Ley de la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres (EVCM) [en]? (Redactada por la sociedad civil, la ley EVCM fue promulgada por el decreto presidencial en 2009. El Parlamento Afgano se ha negado [en] recientemente a respaldar la ley).
AH: Creo que la ley EVCM es uno de los pasos más importantes que se han tomado hacia la eliminación de la violencia contra las mujeres en Afganistán. La ley va en contra de las múltiples leyes locales que no favorecen a las mujeres.

GV: ¿Por qué crees que el Parlamento Afgano no aprueba la ley EVCM?


AH: Los partidos políticos en el Parlamento tienen sus propias prioridades. Votan en contra de leyes que no cumplen sus metas. Algunos legisladores manifiestan que no aprobarían la ley porque “contradice” las normas islámicas. Pero dichas declaraciones son cuestionables porque la ley ha estado ahí y ha estado parcialmente implementada desde 2009. ¿Por qué no se plantearon las preguntas de la ley “no islámica” cuando se hizo?

GV: ¿Cómo se puede mejorar la ley EVCM?

AH: Creo que la ley debería incluir la perspectiva de las mujeres afganas. El gobierno de Afganistán necesita también ser consciente de las normas internacionales de derechos humanos cuando traten los derechos de las mujeres.

GV: ¿Cómo ves el papel de la mujer después del 2014?

AH: Me preocupa la sostenibilidad [de los logros que se han alcanzado] por el posible deterioro de la seguridad. Pero creo que las mujeres permanecerán activas. La falta de seguridad limitará su activismo. Pero al mismo tiempo, llevará a las mujeres a continuar la lucha por sus derechos. El gobierno debería abrirse aún más a las mujeres, para asegurar una mayor representación para ellas, no solo en los niveles más bajos sino también en posiciones de toma de decisiones importantes.

GV: No hay ninguna mujer candidata en las elecciones presidenciales del 2014. ¿Cuál es tu punto de vista sobre esto?

AH: Creo que es muy triste porque sí tuvimos una mujer candidata durante las elecciones presidenciales anteriores. Creo que sería un paso muy positivo si tuviésemos mujeres en la carrera presidencial. Daría a otras mujeres el coraje de presentarse. Al mismo tiempo, la realidad es que nuestra sociedad está dominada por hombres. La gente cree firmemente que las mujeres son incapaces de sostener cargos gubernamentales de alto nivel. Por ello, no puedo opinar sobre si una mujer podría realmente ganar las elecciones, pero estoy segura que teniendo una mujer candidata a la presidencia daría una imagen positiva a todos en Afganistán y la comunidad internacional.

GV: Como activista de los derechos de la mujer afgana, ¿qué consejo le darías a los jóvenes de Afganistán?

AH: Les aconsejaría no rendirse. Esto es solo el comienzo. Si continuamos luchando, lo conseguiremos. El resto del mundo también tuvo que atravesar tiempos difíciles, y este es nuestro momento para empezar. Necesitamos recordar lo que dividió a nuestra sociedad en el pasado. Necesitamos aceptar y respetar nuestra diversidad, y construir la tolerancia entre hombres y mujeres, así como entre los diferentes grupos lingüísticos, religiosos y étnicos de Afganistán. Somos una sociedad diversa y nadie puede cambiar eso. Ahora depende de nosotros el aceptar esto y aprender a vivir los unos con los otros y trabajar juntos, o podemos seguir el camino que llevamos tiempo tomando y hacer frente a sus tristes consecuencias.


Fuente: globalvoicesonline.org

Rapera egipcia defiende derechos de la mujer

EL CAIRO, Egipto -- Tan pronto como comenzó la música, la joven con velo comenzó a mover la cabeza marcando el ritmo, levantó las manos para hacer que el público batiera palmas y comenzó a cantar un rap sobre algunos de los mayores retos sociales que enfrentan las mujeres en el mundo árabe.

En el escenario del popularísimo programa de televisión "Los árabes tienen talento" en el Medio Oriente, Myam Mahmud, de 18 años, cantó sobre el acoso sexual, el trato de las mujeres como ciudadanos de segunda clase y las expectativas de la ciudad de cómo deben comportarse las jóvenes.

La adolescente egipcia no ganó en el programa —la eliminaron en las semifinales— pero logró colocar en el candelero algo mayor.

"Yo quería decir a las jóvenes en Egipto y otras partes que no estamos solas, que tenemos los mismos problemas, que no podemos quedarnos calladas, que tenemos que levantar la voz", declaró Mahmud a The Associated Press.

En Egipto, un país donde la política ha acaparado los titulares en los últimos tres años, se ha dedicado poco espacio a los problemas sociales. Así que Mahmud, estudiante de primer año de Política y Economía en la Universidad 6 de octubre en un suburbio de El Cairo, decidió llamar la atención sobre los derechos de la mujer con el rap.

"Todo el mundo habla de política, pero nadie toca los temas más importantes para mí", dijo Mahmud, quien agregó que sus canciones se basan en la comunidad que la rodea y que algunas veces le cuentan de sus problemas y ella les da una voz.

"Muchas adolescentes quieren decir lo que yo canto, pero no pueden por muchas razones", dijo. "Yo hablo por ellas".

Uno de los mayores problemas para las mujeres en Egipto es el acoso sexual. Un informe de la ONU dado a conocer en abril expresó que el asunto ha llegado a "niveles sin precedentes" y que 99,3% de las mujeres del país reportan que han sido objeto de acoso sexual.

"No hay una sola mujer en Egipto que no haya sido acosada, sim importar cómo luzca", dijo Mahmud. "Tan pronto como nace una niña en Egipto es reprimida con todo tipo de presiones".

Parte del problema, dijo Mahmud, es que las mujeres no hablan contra el acoso.

"Yo quisiera que no nos quedáramos calladas sobre nuestros problemas", dijo. "Tenemos que luchar por nuestras libertades, nadie nos las dará".

Y las letras de las canciones toman el toro por los cuernos.

"Algunas de nosotros ven una respuesta en ocultarnos", dice una canción. "Pero mi cuerpo es sólo mío".

Las iniciativas para combatir el problema han aumentado en los últimos meses en Egipto, donde grupos de voluntarios han comenzado a proteger a las mujeres en protestas callejeras. En la otra parte del debate están los clérigos conservadores que culpan a las mujeres y dicen que invitan al acoso sexual al mezclarse con los hombres.

El tema está, al menos en parte, vinculado con las expectativas que muchos hombres en Egipto, un país religiosamente conservador, tienen sobre la mujer y su papel en la sociedad. Mahmud, con su discreta confianza en sí misma y animados espectáculos en un género que ha ganado más aceptación entre los jóvenes egipcios en años recientes, ha impugnado esas expectativas.

Ella dijo que ha recibido numerosos mensajes después de presentarse en televisión en que la acusan de tergiversar el islam con su atuendo —un velo rojo— y su actitud. Pero la joven desestimó las críticas al decir que "la religión nunca ha sido una limitación: nosotros ponemos las limitaciones".

"El velo nunca ha sido un problema para mí porque es mi decisión", dijo. "Si voy a agregar algo a mi vida, tiene que estar acorde con mis decisiones iniciales".




Fuente: AP/elnuevoherald.com



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lunes, 16 de diciembre de 2013

¿Estoy en una relación destructiva?

La mayoría de las relaciones destructivas pueden empezar siendo muy seductoras. La pareja nos hace sentir seguras y protegidas, pero pasando un tiempo, empieza a tornarse posesiva, controladora, celosa.

Casi siempre pensamos que es porque nos quiere mucho y que nosotras provocamos el enojo. Empezamos a ceder ante los requerimientos de la pareja y cuando menos esperamos, estamos en medio de un verdadero conflicto.

Si en este momento no nos detenemos y pedimos ayuda o nos negamos a recibirla, pasamos a otra etapa donde se empieza a instalar la manipulación, la culpa, el miedo, entre otras emociones destructivas que van minando nuestra personalidad. La personalidad del agresor, que en apariencia se le puede llamar “el más fuerte”, en realidad es “el más débil”, ya que solo una persona cobarde (lleno de miedo) se atreve a destruir a otra.

Los estudios realizados sobre esto nos dicen que 1 de cada 3 mujeres sufre violencia por parte de su pareja y 1 de cada 4 es atacada físicamente. Hasta un 50% de las mujeres que ingresan a urgencias en los hospitales han sido atacados por su pareja.

Este estudio refleja el hecho que la mayoría de las mujeres víctimas de abusos, difícilmente reconocen que su relación es enfermiza y mucho menos aceptan recibir ayuda para salvarse de tales uniones.

Muchos psicoanalistas concuerdan en que las conductas agresivas de los hombres es “aprendida” a través de todas las etapas de la vida (principalmente desde pequeños), y fomentando una supremacía relacionada con la propiedad.

Esto desarrolla en el varón un sentimiento de pertenencia, llegando a pensar que sus hermanas, hijas y esposa les pertenecen.

Una de las características que tiene una relación destructiva es que los hombres tienden a minimizar la valía de la mujer. Se empieza por humillar e insultar a su pareja llamándola “tonta”, “inútil”, “ya no me sirves como mujer”, entre miles de frases despectivas que lo único que buscan es subordinarlas y controlarlas.
..Pero, ¿Cómo podemos saber si estamos dentro de una relación destructiva?.

Enseguida describo varias pistas. Invito a valorar cada una de ellas y así descubrir si en realidad estamos viviendo una relación sana, o estamos en camino de tener una relación destructiva.

1. ¿Cómo te hace sentir tu pareja?
2. ¿Sigues tus propios principios o complaces los de él?
3. ¿Él toma en cuenta tus sugerencias (te ignora o se burla de ellas)?
4. ¿Se enoja fácilmente por cualquier comentario?
5. ¿No haces nada sin antes comunicárselo a tu pareja?
6. ¿Tienes la suficiente confianza en tí misma como para tomar cualquier decisión?
7. ¿Le tienes la suficiente confianza a él o le tienes miedo?
8. ¿Deja que te desarrolles física e intelectualmente?
9. ¿Le tienes miedo a tu pareja?
10.¿Te amenaza constantemente?
11. ¿Se pone celoso por cualquier tontería?
12. ¿Tienes una buena comunicación con él?
13.¿Deja que se diviertas con tus amigos o te prohibe cualquier contacto con ellos (sutil o abiertamente)?
14. ¿Es distante cuando le pregunta si le pasa algo?
15.¿Evita las conversaciones sobre ustedes y sobre el futuro en común?
16. ¿Te dedica tiempo de calidad?
17.¿Te sientes una persona dependiente de él?
18. ¿Te grita constantemente?
19.¿Te sientes con la capacidad de dejarlo?
20. ¿Es realmente amor lo que sientes o solo es miedo, costumbre, necesidad económica o dependencia?

Si la mayoría de las respuestas son afirmativas, evalúa con toda sinceridad si vale la pena continuar con una relación tormentosa.

Otras preguntas que deberías evaluar, pero que van enfocadas a la violencia física son:

¿Te ha rebajado o menospreciado?
¿Te menosprecia o humilla frente a otras personas?
¿Te ha insultado?
¿Se ha puesto celoso o ha sospechado de tus amistades?
¿Te ha dicho cosas como que eres poco atractiva o fea?
¿Te ha empujado a propósito?
¿Te ha sacudido, zarandeado o jaloneado?
¿Te ha torcido el brazo?
¿Te ha pegado con la mano o con el puño?
¿Te ha pateado?
¿Te ha exigido tener relaciones sexuales?
¿Te ha amenazado con irse con otra mujer si no accedes a tener relaciones sexuales con él?
¿Ha usado la fuerza física para tener relaciones sexuales contigo?
Si contestaste afirmativamente a cualquiera de las preguntas, entonces estás viviendo en una relación violenta.Hay distintos grados de violencia. Para saber con certeza si estás viviendo una relación violenta y de qué magnitud, es urgente y necesario que hables con expertos en el tema.
Recuerda que vivir en una relación violenta afecta la autoestima de la mujer, su salud, su capacidad productiva, reproductiva y su participación en la vida pública. Por eso es importante buscar ayuda.

Para terminar, es importante resaltar que somos nosotras las responsables de nuestra integridad , que nadie cuidará de nosotros a menos que nosotras lo hagamos y, sobre todo recuerda... ¡¡estás en el momento ideal para empezar!!. No dejes pasar más tiempo, cuando ya sea demasiado tarde....
Las personas atrapadas en relaciones destructivas tienen muchas posibilidades de liberarse del maltrato (maltratador) y comenzar nuevamente sus vidas en condiciones dignas y saludables (solas o con otras personas), con felicidad, tranquilidad y cariño, como todo ser humano lo desea.Los pasos a seguir para liberarse son:

1. Reconocer que viven en una relación destructiva.

2. Habla con la familia o amigos de lo que esta pasando, para romper el anonimato de la violencia.
3. Reconocer que la culpa de lo que esta pasando es de los dos, y en mayor medida del violento, para hacer conciencia de que mereces vivir mejor.

4. Busca inmediatamente ayuda de un especialista, ya que es muy necesaria la ayuda y orientación.
EL DÍA DE HOY PUEDES ESTAR VIVIENDO UNA RELACIÓN DE ABUSO Y/O VIOLENCIA, PERO CRÉEME QUE MAÑANA PUEDES VIVIR UNA VIDA CON DIGNIDAD Y PAZ...


¡NO ESPERES MÁS Y ROMPE ESAS CADENAS QUE TE ATAN ÍNÚTILMENTE A UNA VIDA DE DOLOR Y SOMETIMIENTO!

sábado, 14 de diciembre de 2013

MUJER Y DINERO_Hasta que el dinero nos separe


¿Quién puso más?
Una de las formas más eficaces para destruir un hogar consiste en malgastar el dinero de forma sistemática, cargando sobre los hombros de la otra parte toda la responsabilidad del hogar.

¿Se acuerdan de mi amiga Lilith?, bueno, les sigo contando su historia. Ella tenía un marido de personalidad inmadura, narcisista y psicopática. Por su trabajo, solía viajar dentro del país y al extranjero, de un momento a otro. Todo este ajetreo de viajar continuamente comenzó como parte del trabajo y, con el tiempo, se hizo un hábito en él: era su forma de zafarse del compromiso con la familia.

Cuando había algún asunto importante, como el nacimiento de sus hijos, el cambio de residencia, una enfermedad, etc., él “tenía” que viajar por cuestiones de trabajo. No podía con todo eso y, sencillamente, huía.

Dejaba todo el manejo y la responsabilidad del cuidado de los hijos en manos de Lilith (con la minuciosa revisión de los gastos a su regreso, claro; de eso no se escapaba). En cuanto a él, bueno, gastaba en hotel, comidas, diversiones y alcohol, con dinero que esquilmaba de las cuentas de la empresa.

Empezó a codearse con clientes que sí tenían el nivel de ingresos que les permitía darse esa vida sin que los recursos salieran de las tarjetas de crédito. En el caso de Narciso (así le llamaremos), cuando no podía cargárselo a la empresa, se las arreglaba para ser invitado por sus clientes o, ya de plano, daba tarjetazo y eso fue provocando problemas con su historial crediticio.

Se hizo adicto a comprar: ropa, coches, viajes, “juguetes” tecnológicos, etc., Pensó que su vida sería así para siempre pues se consideraba indispensable e irremplazable, hasta que, trece años después, fue despedido y con ello, su riqueza hechiza se fue al diablo. Fue entonces cuando surgió su verdadera personalidad y con toda la rabia que las pérdidas materiales le crearon, hizo uso de las pertenencias de Lilith y, encima, le pidió que solicitara varios créditos a su nombre porque el historial crediticio de él era desastroso y como las esposas “deben” apoyar a su esposo… ya se imaginan el resto ¿no?

Por otro lado, el infantil Narciso se dedicó a conseguir la firma de su esposa para varios asuntos del dinero con engaños y, cuando ella empezó a desconfiar,él, de plano, la empezó a falsificar. Cuando empezaron a llegar las notificaciones pidiendo a mi amiga que pagara cantidades importantes que tenían varios meses de retraso, a ella se le fue la mandíbula al piso. La violencia, que hasta entonces había sido, más bien de baja intensidad – constante pero no muy descarada – se hizo abierta e intensa: pleitos, discusiones, envidia porque ella, en su trabajo empezaba a progresar mientras él seguía sin empleo (ya para entonces, Lilith trabajaba casi todo el día pues él no conseguía empleo y se dedicó a un “negocio” que había creado y que quería que Lilith administraba, por lo que le pedía que dejara su empleo) Por otro lado, ella estaba muy angustiada y avergonzada pues el muy canalla mandaba a los cobradores hasta su trabajo. Todo ello se repitió a lo largo de varios meses que a Lilith le parecieron una eternidad, hasta que, harta, decepcionada y con un derrame en un ojo por estrés, mi pobre amiga le planteó el divorcio.

Al principio, cuando le entregó la demanda de divorcio, aquello fue para ella un alivio y motivo de alegría y esperanza ante la vida tranquila que, según ella, llevaría de ahí en adelante ¡Qué ingenua! El infierno no había hecho más que comenzar.

Con el miedo que todo aquello le provocó, se acercó a un par de abogados (abo-gángsters) que trabajaban para la misma compañía que mi amiga. Le dijeron que le cobrarían hasta el final, pero empezaron a vaciar su casa y a cobrarse “a lo chino” – ella salió de ahí con sus hijos pues temía que le hiciera daño o que le quitara a sus hijos – ¡sí, así como lo lees! ¡Sus propios abogados! Empezaron con su refrigerador, le “ayudaron” a vender – malbaratar - su camioneta para que no se la quitara el marido (se la quedó uno de ellos que se dedicaba, entre otras cosas, a comprar y vender coches), siguieron con sus muebles de jardín y así, poco a poco, ¡hasta con una biblia cargaron! – eso sí, resultaron muy católicos.

Entre el abogado y su futuro ex marido empezaron a dejar su casa inhabitable. Me cuenta, todavía con tristeza, que cuando iba a ver su casa, era como si alguien fuera borrando cada mueble, cada libro, cada objeto que había originalmente en ella, hasta el punto de que desaparecieron puertas, ventanas, inodoros, todo. La casa en la que ella y su familia vivieron durante 13 años quedó inhabitable.

Por otro lado, debido a que, durante todo el proceso, el marido seguía enviando cobradores a su trabajo, fue quedándose sin los empleos que iba consiguiendo: le pedían que se fuera pues las empresas temen que se den situaciones de escándalo, y así estuvo unos meses, brincando de un empleo a otro hasta que llegaron ella y sus hijos a una situación desesperada de hambre y sin casa que jamás imaginó que viviría.

Para colmo, el todavía marido la seguía, tomaba fotos de ella y sus hijos, les llamaba continuamente, era como si siempre supiera dónde estaban.

Total, Lilith entró en una espiral de indefensión y de miedo crónico que la llevó a padecer una trombosis que la puso fuera de combate por algunas semanas angustiosas pues al no haber terminado el proceso de divorcio, él no daba dinero y ella, como no trabajaba, no cobraba y las leyes…bueno…las leyes…

GUÍA PARA LA FUTURA EXESPOSA


Si has tomado la decisión de divorciarte, echa tus barbas a remojar con lo que te conté que le pasó a Lilith y toma en cuenta la gran cantidad – e intensidad – de emociones encontradas que estarás experimentando los próximos meses, quizá hasta un poco más de un año. Por eso mismo, antes de dar el paso, te sugiero que consideres lo siguiente:

 Lo primero que debes hacer es averiguar hasta encontrar un buen abogado (cuesta tiempo y dinero, pero existen y vale la pena que uno de esos rarísimos especímenes lleve tu divorcio) y preguntar a quienes han sido sus clientes cuál ha sido su experiencia y si le recomendarían. Averigua, pregunta, cerciórate. Tienes, en tu contra, la ira, el miedo, la tristeza, el cansancio y el deseo de terminar todo; sin embargo, de las decisiones que tomes ahora – entre ellas, el/la abogad@ que llevará tu caso – dependerá la calidad de vida de los primeros años después de tu divorcio, así que haz la tarea con sumo cuidado.

Algo que debes tener en cuenta son los tiempos de la Justicia pues esta es todo menos expedita. Según Ana Rosenfeld, abogada argentina apodada “el terror de los maridos”, Los errores que comete la Justicia tienen que ver, fundamentalmente, con la mentalidad y con el procedimiento. Las leyes están y suenan taaaan, pero taaaan modernas, civilizadas y justas, el pequeño detalle es el procedimiento porque, verás, la Justicia esleeeeenta, los juicios por pensión alimenticia son larguísimos, toda una prueba a la paciencia y a la perseverancia. Sigue Rosenfeld, “Hay que recorrer Tribunales para garantizar derechos que deberían salir automáticamente. Nadie hace nada por el procedimiento, que es lo que está anquilosado y arcaico. Tenemos una Justicia lenta, con jueces que viven en una burbuja. Sus sueldos se acomodaron, pero lo que no se acomoda es su mentalidad a los efectos de fijar una cuota alimentaria acorde a la realidad, por ejemplo. A un juez le dices que embargue tal cosa porque esa persona es un testaferro, y el juez dice que no quiere afectar derechos de terceros. ¡Si yo te estoy demostrando que ese es un testaferro y que no tiene ni la mochila a su nombre! ¡Estás afectando el derecho más importante!” Muy parecido a lo que padecemos en México.


·

A las mujeres, en la gran mayoría de los casos, les toca la peor parte. Eso ya lo hemos visto varias veces en otras entregas. El hombre se enfurece porque pierde el poder sobre ella y la deja en la calle. Ya vimos que las mujeres pierden más del 70% de su nivel económico tras el divorcio mientras ellos suben más del 40% aproximadamente. En inglés hay un dicho: “Whenthemangetsmad, thewomangetspoor” (cuando el hombre se enoja, la mujer empobrece)

· "En términos económicos, la desventaja para la mujer al separarse es mayor, y esto es así aunque siga ocupando la vivienda conyugal con los hijos y el varón deba alquilar otro lugar o irse a vivir con amigos", dice el doctor Osvaldo Otemberg. "El perjuicio es mayor si tiene hijos a cargo. Aunque trabaje, sus recursos suelen ser escasos para mantener al conjunto familiar y, si no tiene empleo, su situación puede volverse desesperante, en tanto dependerá del aporte del ex marido. Los recursos judiciales para reclamar si no cumple son siempre tardíos e insuficientes, quedando la mujer en una situación de litigante permanente".

Para Mabel Bianco, de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), "una de las mayores desventajas que enfrenta la mujer tras una separación tiene que ver con la falta de ponderación económica del aporte que hace al hogar, que es mucho y no se traduce en pesos". ¿Recuerdas lo que hemos hablado acerca del trabajo reproductivo y no remunerado de las amas de casa? Además, dice, la mujer suele perder mucho más en términos de espacios personales.

La doctora Marisa Herrera, investigadora del CONICET y la UBA, acuerda: "la desigualdad de género en términos económicos y de remuneración existe y con el divorcio se profundiza. La mujer queda en peor situación tras una separación". Esto, en parte porque la mayoría de ellas sale del campo laboral por algunos años para dedicarse a la crianza de sus hijos y éste le cobra la factura cuando decide retomar su vida profesional. Como decía mi padre “palos porque boga y palos porque no boga”. Se las juzga en los trabajos porque se han anquilosado y no están actualizadas profesionalmente (es común escuchar de l@s empleador@s preguntas como “¿Por qué dejó de trabajar tanto tiempo? Y entonces les pagan menos) y, si deciden seguir trabajando, se las juzga por no ser unas buenas madres.

¿Y te cuento todo esto para asustarte y para que desistas?

¡No! Para que tomes providencias y te prepares. Para que sepas que, una cosa es lo que dicen las leyes y los anuncios de gobierno con música triunfal de fondo y otra lo que ocurre en la realidad; para que te enteres de que todos esos cuentos de las leyes que protegen a las mujeres son – al menos en Querétaro, donde vivo – sólo eso, cuentos. Para que protejas tus documentos que demuestran tus estudios y que te servirán para solicitar empleo, para que tomes algún empleo de medio tiempo y no tengas que mendigar uno después de que empezaron los trámites de divorcio; para que busques asesoría y te proveas de recursos ANTES de solicitar el divorcio para que puedan sobrevivir tú y tus hij@s mientras pasan los primeros tiempos hasta que puedas hacerte cargo de tu manutención y la de tus hijos sin tanto problema; para que busques o fortalezcas tus redes de apoyo que, en esta etapa, serán cruciales para tu recuperación material, psíquica y emocional; para que te armes de valor, paciencia y persistencia en la pelea portus derechos y los de tus hij@s; para que sepas que será una lucha ardua que te tomará algunos años antes de que puedas, realmente, cerrar ese doloroso capítulo y comenzar tu vida como mujer independiente.

Te dejo el enlace de una canción del compositor y cantante español, Víctor Manuel (¿Quién puso más?) pues el tema tiene que ver con lo que todo tipo de parejas se preguntan tras el divorcio.

domingo, 8 de diciembre de 2013

Kim Basinger: a los 60 más sexy

Para ser mito con todas las de la ley, hay que hacerse mayor. Es un privilegio y una conquista que da derecho a mirar atrás y que Kim Basinger se ha ganado a pulso. 

Su nombre es leyenda de la gran pantalla, por monumento erótico de los 80 y por haberse hecho con el respeto de la profesión tras una actuación gloriosa en L.A. Confidential, posiblemente la mejor película de su carrera. El domingo cumplirá 60 años, desconocida para las nuevas generaciones estadounidense pero inolvidable para todas las demás.

Puede decirse que el suyo ha sido un envejecimiento atípico, benevolente hasta cierto punto. Como casi todas a su edad, Basinger ha padecido el abandono de los estudios, aunque no hay nada de anticuado en su aspecto, notoriamente joven para haber acumulado seis décadas a sus espaldas.

En las imágenes de sus últimas apariciones en público, es fácil reconocer a la chica que fue en Nunca digas, nunca jamás, o en Cita a ciegas, sin haber recurrido al antídoto de la mayoría de sus contemporáneas de profesión: el sufrido bisturí. Su única hija se vanaglorió del asunto en el cumpleaños número 59 de su progenitora.

«Eres la mujer de belleza natural más guapa que ha habido y que habrá», indicó la joven Ireland Baldwin a través de su cuenta de Twitter, para explicar después que su secreto no fue el Botox ni las operaciones de cirugía plástica, sino el mantenerse alejada permanentemente del sol.

Miedo a la muerte

No solo ha logrado esquivar el sol sino también los golpes que le ha dado la vida, desde su difíciles comienzos en Hollywood hasta su bancarrota en 1993 tras comprarse un pueblo en Georgia; y sin olvidarse de su sonado divorcio con el actor Alec Baldwin, con una batalla legal por su hija Ireland que dio la vuelta al mundo por los escabrosos detalles.

Aún así, conserva intacto el candor y la mirada de hielo, además de muchos otros gestos que recuerdan el por qué se hizo grande. Sigue siendo muy guapa, y un tanto excéntrica, ya de vuelta de todo, sin que la edad le preocupe demasiado aunque sin olvidarse de la muerte, un tema del que ha hablado con psicólogos en más de una ocasión.

«Mentiría si no dijera que le tengo miedo a la muerte», dijo en su última entrevista con LOC. «Hablo mucho con psicólogos sobre esto, pero nunca he tenido un plan sobre el envejecimiento. Sólo pretendo vivir cada día y he intentado no vivir en el futuro y para nada en el pasado».

No obstante, cuando mira hacia atrás no puede evitar referirse a Baldwin una y otra vez, casi de forma obsesiva, el hombre con el que tuvo a su única hija y con quien mantuvo una enconada batalla judicial por la custodia de la niña.

Cuentan los libros de historia reciente del cine que pudo haber aceptado el papel de Durmiendo con su enemigo --el mismo que al final fue a parar a Julia Roberts--, pero que acabó decantándose por Ella siempre dice sí y que eso marcó su destino de una forma inequívoca.

«Deberían pegarme un tiro por haber tomado esa elección. Decidí protagonizar una película con un hombre llamado Alec Baldwin, y si hubiera hecho la otra película, la historia nunca se hubiera escrito tal y como la conocemos», analizó la ganadora de un Oscar. «Así que la historia verdadera es que iba a rodar una película llamada Durmiendo con el enemigo y acabé durmiendo con el enemigo de verdad».

Calvario mutuo

Aquella disputa con Baldwin duró años, una época que el actor recuerda como una de las más tenebrosas de su vida. «Fue tan doloroso que ni siquiera recuerdo lo que hice en cuestiones de trabajo. Fue como estar mirando hacia el abismo durante seis años», dijo en su momento el protagonista de 30 Rock.

Después llegó el proceso de bancarrota para Basinger, producto de una mala inversión en un pueblo de Georgia, Braselton, y de una demanda con un estudio tras abandonar el rodaje de la cinta Mi obsesión por Helena, lo que la obligó a declararse insolvente ante un juez. «Lo perdí todo, cada centavo. Se lo llevaron todo, mis muebles, mis efectos personales. Fue una de las mejores cosas que me podían haber pasado porque aprendí mucho. Lo superé con sentido del humor. Y empiezas a valorar lo que te queda».

Ahora vuelve a tener unas cuentas saneadas a sus 60 años, con una fortuna personal estimada en 38 millones de dólares y con opciones todavía de trabajar en su medio. Aunque sabe que es difícil recuperar la prominencia que tuvo en la industria en su momento, dice tener cuerda para rato en lo que a su carrera cinematográfica se refiere. «Todo está dicho ya, pero hay nuevas posibilidades de decirlo de otra manera. Me encantaría hacer comedia, cantar, bailar, y algo escandaloso que nadie me haya visto hacer, pero no sé qué», dijo a LOC.

Buenos proyectos

De momento, ha vuelto a la gran pantalla con un largometraje, Third Person, junto a un elenco importante, encabezado por James Franco, Mila Kunis y Liam Neeson, y tiene otra pendiente de estreno junto a Sylvester Stallone y Robert De Niro, Grudge Match.

Son cintas sin la presión de antaño, sin el ansia por volver a brillar de aquella forma. «No siento presión porque no estoy donde solía estar y no quiero volver allí. Lo estuve y fui muy afortunada, muy querida, con muchas bendiciones. Pero sería muy triste tener 60 años y querer tener 20 otra vez. No es lugar sano para estar».

Es consciente, sin embargo, de que tendrá difícil sacudirse el aura deNueve semanas y media y su rodaje erótico junto a Mickey Rourke, un desastre de recaudación en Estados Unidos pero un tremendo éxito a nivel internacional, con las constantes reposiciones en televisión durante décadas.

La cinta de Adrian Lyne, aunque poco apreciada por la crítica, supuso un espaldarazo para la carrera de la actriz de Georgia. Su escena de striptease con música de Joe Cocker la elevó a los altares de mito erótico del momento, aunque ahora reniegue de ello. «Rezo cada noche para que este planeta en el futuro piense en algo más que en Nueve semanas y media», dijo la rubia platino. «Pero lo que recuerde la gente de mi poco me importa, la verdad. Estaré muerta para entonces».


Fuente: elmundo.es

Sandra Cauffman: Dueña de su destino

El módulo lunar Eagle –del Apolo 11– aterrizó sin contratiempos a 384.400 kilómetros de la Tierra. El planeta entero esperó seis horas más para ver el descenso de los primeros hombres en la Luna.

Caía la noche del 20 de julio de 1969. En Hatillo 3, doña María Jerónima Rojas sentó a sus tres hijos frente al televisor en blanco y negro para ver aquella histórica caminata.

Sandra, la segunda de la camada, acató la orden y vio con ojos de sorpresa los primeros pasos de Neil Armstrong y Edwin Buzz Aldrin en el Mar de la Tranquilidad. “La vista de una magnífica desolación”, decía Armstrong en aquellos segundos.

Sandra era una chiquilla de 7 años, parte de una familia de muy escasos recursos, pero educada por una mamá soltera a la que le sobraban las agallas.

“¡Ay, yo quiero trabajar ahí un día!”, dijo inocentemente.

Más de cuatro décadas después, la niña aún recuerda la mirada triste de su madre y las palabras que le dio a su hija:

“Esfuércese y estudie. Usted nunca sabe las vueltas que da el mundo. Uno siempre tiene que estar listo para las oportunidades, uno nunca sabe si la oportunidad le va a llegar”.

Desde ese día, la niña comprendió que la vida podría ponerle muchas piedras, pero que solo ella tenía las riendas de su destino.

Sandra María Molina Rojas, Sandra Alba Rojas o Sandra Cauffman... quizá más nombres de los que se necesitan para hablar de una sola persona, pero sí los suficientes para formar a la mujer de temple que hoy lidera la misión de una sonda en Marte.

Maven (acrónimo de las siglas de Atmósfera de Marte y Evolución Volátil) es una sonda que la NASA envió al planeta rojo para investigar qué pasó con su atmósfera.

Aquellos difíciles días

Sandra es la segunda de tres hermanos. Le antecedió Giselle, que aún vive en Costa Rica, y luego vino Frank, el único varón. La niña que soñaría con las estrellas nació el 10 de mayo de 1962. Su padre, un ingeniero limonense, nunca la reconoció y fue su padrastro quien le dio su primer apellido: Molina.

Pero sus recuerdos de entonces no son hermosos. Según relata, el primer esposo de doña María Jerónima “era un neurótico” y un agresor. “Ese señor nos iba a matar a todos, nos pegaba, nos golpeaba, ponía arroz en el piso y nos hincaba a verlo comer. Yo tenía como cinco años”, cuenta Sandra desde su casa en Arlington, Virginia, Estados Unidos.

Los problemas obligaron a la madre de Sandra a acudir al Patronato Nacional de la Infancia (PANI) para buscar protección para sus hijos. En 1973, llegó el divorcio y con él, una historia de lucha.

Doña María Jerónima hizo casi de todo para mantener a sus hijos y lograr que siguieran estudiando. Según Sandra, su madre es su heroína; de ella aprendió a nunca rendirse, a no decir “no puedo” y a no dejar de luchar.

La señora tenía tres trabajos diarios: contabilista en el hotel Balmoral, administradora de un viejo club de jazz en San José que se llamaba Bocaccio y hasta detective en el Organismo de Investigación Judicial. Dormía apenas unas horas, para cumplir con todo.

“Una de las cosas que yo aprendí de mi mamá es que ella no le tiene miedo a nada. Es bien metiche, a todo le da, usted la ve a los 74 años y ella a todo le da. No le tiene miedo a nada. Eso fue lo que me dio de comer”.

Vinieron años de penurias; incluso perdieron una casa en Hatillo 3 y tuvieron que vivir en una oficina en el centro de San José que un amigo de doña María Jerónima les ofreció como única alternativa.

“Ahí lavábamos los platos en el lavatorio, y la ropa en la tina del baño. Mami compró una cosita (una pequeña plantilla) para cocinar. Teníamos dos catres y ahí nos metimos mi hermano, mami, mi hermana la mayor y yo. Éramos los cuatro viviendo juntos. Estuvimos casi un año en esa oficina. Y claro, en el colegio nadie sabía”.

Para entonces, ya Sandra era una adolescente aplicada en el Liceo Luis Dobles Segreda, en La Sabana. Usaba un uniforme “viejititico” y unos zapatos con huecos, a los que se les metía el agua en los inviernos.

De aquellos días, heredó dos tesoros: sus mejores amigas, Giselle Silva y Silvia Saborío. Ambas acompañaron a Sandra el 18 de noviembre pasado, cuando Maven despegó de Cabo Cañaveral, en Florida, Estados Unidos.

De vuelta en Costa Rica, Giselle Silva rememora sus tiempos de colegiala con Sandra. A ella la calificó siempre como una chiquilla muy estudiosa, que no era ni fiestera, ni pelotera , pero sí muy solidaria, aunque eso significara utilizar papelitos para soplarles a sus compañeros la materia del examen.

“Le gustaba el profesor de Física-mate y al final de quinto año, hasta se hicieron novios. Era medio noviera. Se llamaba Luis y yo lo veía muy feo; seguro (Sandra) se va a enojar de que yo diga que era feo”, confiesa entre risas su amiga Giselle.

Desde Miami, su otra amiga –Silvia Saborío– coincide con la anécdota y con lo poco agraciado del exnovio.

Sin embargo, se le quiebra la voz y hasta llora cuando tiene que definir a su amiga del alma: “Hablar de Sandra me emociona mucho, ella es un sol de persona, con un sentido tan alto de humanidad, profesionalismo, espiritualidad, entrega... Ella es una persona tan humilde que trata igual a una persona andrajosa que al presidente de Estados Unidos”.

Un regalo de Navidad

Por esos mismos años, cuando Sandra y su familia vivían en la oficina, un extranjero se hospedó en el hotel Balmoral. Era un estadounidense de orígenes sicilianos, que vino a Costa Rica en busca de un hogar.

El administrador del hotel le presentó a doña María Jerónima, con la advertencia de que la señora era una mujer trabajadora, abnegada y dedicada a sus hijos, “que no se merecía que le pasara nada malo”.

La señora aceptó conocerlo, pero evitó presentarle a sus hijos hasta saber si las intenciones de Charles Alba eran serias. Y lo fueron. En palabras de la hija, este ingeniero sencillo y generoso, 19 años mayor que su mamá, representa hasta hoy la imagen de un verdadero papá.

“Un día estaba yo en la oficina (donde vivía). Acababa de llegar del colegio, y en eso, alguien toca la puerta y yo voy y abro, y era él. A mí se me cayó la cara de vergüenza, ‘¿pero qué está haciendo usted aquí?’, le digo yo, ‘¿cómo es posible?’”. Era noviembre de 1980 y Charles Alba decidió quedarse en Costa Rica, casarse con su María y reconocer con sus apellidos a Sandra y a Frank.

El 24 de diciembre, con la excusa de llevarlos a la playa, Charles montó a la familia en el carro y empezó a darles vueltas. Se estacionaron frente a una casa recién construida en el residencial Santa Catalina, en Rohrmoser.

“Fue el mejor regalo que nos han dado, el mejor regalo que nos dio. Ya la tenía amueblada, ya tenía el cuarto para mi hermano, el cuarto para mi hermana y para mí. El cuarto de ellos, la cocina. Había estado trabajando todo el mes y no nos decía nada”.

La carrera espacial

Sandra aprendió de su padre el amor por la ingeniería. La enseñó a armar y desarmar carros, a comprar autos viejos, repararlos y venderlos por un poco más de dinero.

Fue así cómo decidió estudiar Ingeniería Eléctrica en la Universidad de Costa Rica. Sin embargo, como en la carrera no había mujeres, un académico le recomendó entrar a Ingeniería Industrial, donde sí había mujeres que la acompañaran. “Una de zorompa, en esa época no distinguía la diferencia”.

Estudió tres años sin mucho entusiasmo, hasta que la familia decidió emigrar a Virginia, Estados Unidos. Ingresó a la Universidad George Mason, donde por fin se matriculó en lo que quería. En tres años y medio, quemándose las pestañas, se graduó como ingeniera eléctrica y como física.

Allí también se cambió el apellido por última vez, pues en una clase de Física encontró al hombre que la ha acompañado desde 1988: Stephen Cauffman.

Un año antes, con los títulos en la mano, Sandra no podía olvidar su sueño de chiquilla: entrar en la NASA. Aprovechó una feria de empleo y lo obtuvo con Engineering Economics Research, un contratista de la Agencia Espacial que le pagaba $29.500 por año.

A los tres años, envió su currículo a la NASA y seis meses después estaba contratada. “Yo llegué a la casa llorando, le pegaba gritos a mami. ‘¡Mamiiii, ya se hizo, ya ahora sí estoy trabajando para la NASA’!, y mami feliz de la vida y papi también. Y ahí he estado, ahora en febrero, cumplo 23 años de ser empleada”.

En dos décadas, ha trabajado con satélites meteorológicos para detectar huracanes y participó en la primera misión de servicio del telescopio Hubble. En 1993, el Hubble se sometió a cirugía para corregirle una aberración en uno de los espejos. “Estaba medio tuerto”.

En esos años, también trabajó para la Agencia en Washington, se capacitó en dirección de proyectos y nacieron sus hijos, Stephen, que hoy tiene 21 años, y Ryan, de 18.

En el 2010, se sumó al proyecto Maven , cooperó en su diseño crítico y se convirtió en la subdirectora de la misión. Su tercera hija, la sonda, llegará a Marte en setiembre del 2014.

El último jueves de noviembre, mientras cocinaba el pavo de Acción de Gracias, Sandra Cauffman rememoró su pasado como si fuera una terapia personal.

“Si tuviera que hacerlo todo otra vez de la misma manera, lo hago todo otra vez, porque no creo que yo sería yo si no hubiera pasado por todo lo que pasé. Las experiencias nos dan formación en la vida. Uno no puede cambiar quién es uno”, dijo con su voz jovial, al otro lado del teléfono.

Sandra es ingeniera, física, mamá, esposa, madre, amiga y buena cocinera. En 51 años, ha mantenido como norma que cada ser humano es dueño de su destino. Igual que William Ernest Henley lo había escrito en 1875 en su poema Invictus : “Soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma”.

Sandra soñó con las estrellas y las alcanzó.


Fuente: nacion.com

viernes, 29 de noviembre de 2013

Decreto islámico prohíbe que las mujeres naden en el mar

En pleno siglo XXI, decretos islámicos emitidos por los Hermanos Musulmanes y los salafistas restringen de una forma absurda y extremista los derechos y facultades de las mujeres.

Algunas fetuas, es decir, pronunciamientos legales en el Islam emitidos por un especialista en ley religiosa, apuntan a que las mujeres que nadan en el mar están cometiendo "adulterio" incluso si usan el hijab.

Argumentan que el mar es en árabe un término de género masculino y que cuando el agua toca las partes íntimas de la mujer, esta se convierte en "adúltera" y por lo tanto debe ser castigada.

"Algunas de estas fetuas también prohíben a las mujeres comer ciertos alimentos e incluso tocar pepinos o plátanos" por su forma fálica, indica un informe elaborado por la Universidad de al-Azhar en Egipto según recoge RT.com.

Las fetuas emitidas por ambos grupos "consideran a las mujeres criaturas extrañas creadas exclusivamente para el sexo", destaca la publicación. Sus voces, miradas y presencia fuera del hogar son una "ofensa", agrega.

Y, según el estudio, también "es inaceptable que una mujer encienda el aire acondicionado en casa si su marido no está allí". Otro decreto declara que un matrimonio puede quedar anulado si el marido y la mujer copulan sin ropa.

La publicación incluye un decreto islámico que autoriza el uso de mujeres y niños como escudos humanos en manifestaciones y protestas violentas.

Pero no todas las fetuas propuestas por clérigos musulmanes son restrictivas, pues también han exigido la promulgación de una ley que permitiera a las mujeres divorciadas "poseer esclavos", presumiblemente para apoyarlas, ya que no cuentan con un hombre a su lado.


Fuente: rpp.com.pe

40.000 mujeres asesinadas en Brasil

Los feminicidios en Brasil alcanzan cifras comparables con una guerra civil. En los últimos 10 años fueron asesinadas en este país 40.000 mujeres “simplemente por ser mujeres”, denuncian activistas que abanderan la lucha contra la violencia de género.


Cada año, entre el 25 de este mes y el 10 de diciembre, la comunidad internacional y las organizaciones de defensa de los derechos de las mujeres impulsan 16 Días de Activismo contra la Violencia hacia las Mujeres.

Las dos semanas de lucha fueron una iniciativa del Centro para el Liderazgo Global de las Mujeres, que en 1991 pidió dedicar a este problema el intervalo entre el Día Mundial de la Lucha contra la Violencia hacia la Mujer y el Día Mundial de los Derechos Humanos.

Este año, en Brasil las jornadas adquieren mayor relevancia porque el 3 y 4 de diciembre se realizará en la sureña ciudad de Porto Alegre un encuentro para elaborar el Informe Alternativo de la Sociedad Civil para presentar ante el Comité de la Convención para la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer (Cedaw), que se reunirá en febrero en Ginebra.

El llamado “informe sombra” está destinado a apoyar el análisis del Comité de la Cedaw sobre las acciones del gobierno brasileño para enfrentar la trata y mejorar la salud de las mujeres.

“Estos días de activismo dan mayor visibilidad a las agendas de los derechos de género. La violencia contra las mujeres salió de debajo de la mesa, y la sociedad asume que es una realidad y no una invención”, dijo la coordinadora en Brasil del Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (Cladem), Ingrid Leão.

Un estudio realizado por el Instituto Avante Brasil arrojó como resultado que entre 2001 y 2010 fueron asesinadas 40.000 mujeres. Solo en 2010 hubo un feminicidio cada una hora, 57 minutos y 43 segundos, lo que se tradujo en que ese año se cometieran 4,5 homicidios por cada 100.000 mujeres.

Para este año, la proyección en Brasil es de 4.717 feminicidios.

Pero la violencia contra la mujer es mucho más, recordó Leão, que citó otras expresiones como la simbólica, la psicológica, la económica o la sexual. Contra todas ellas existe desde 2006 una ley que tipificó este tipo de delitos y estableció sus penas.

Se la conoce como la Ley Maria da Penha, en reconocimiento a esta farmacéutica maltratada por su marido, quien en 1983 intentó asesinarla dos veces, la primera con disparos que le causaron una paraplejia irreversible.

Con apoyo de Cladem, Penha interpuso una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que funciona en el marco de la Organización de Estados Americanos. Fue el primer caso de violencia de género tratado por esta instancia y concluyó en 2001 con el Estado brasileñoresponsabilizado de negligencia.

Además de la Cedaw, adoptada en 1979 por los miembros de la Organización de las Naciones Unidas, el país también suscribió en 1994 la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, conocida como la Convención de Belém do Pará, aprobada en esa ciudad amazónica brasileña.

“¿Cómo podemos convivir todavía con ese nivel de violencia contra las mujeres, pese a casi 40 años de denuncias?”, se preguntó la especialista Télia Negrão, de la Red Nacional Feminista de Salud, Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos.

A su juico, no es posible establecer un perfil de las mujeres maltratadas, porque el problema involucra a todas las clases sociales, razas y edades. “Todas las mujeres, solo por su condición de género, son vulnerables y son objeto de violencia”, explicó.

Pero Negrão, también coordinadora del Colectivo Femenino Plural, destacó que el grado de vulnerabilidad aumenta cuando se suma la desigualdad social, la pobreza, la baja escolaridad, las menores oportunidades laborales, los bajos ingresos y la residencia en zonas con elevada violencia.

“Esas mujeres tienen pocos instrumentos sociales a los que recurrir. Sin algún grado de autonomía, a la mujer le es más difícil salir de su situación de violencia”, admitió.

En agosto de 2013, la presidenta Dilma Rousseff sancionó una ley que penaliza la violencia sexual. La norma obliga a todos los centros de salud a atender a las víctimas y brindarles tratamiento contra las enfermedades de transmisión sexual y el virus de inmunodeficiencia humana.

También debe proveerse a las víctimas de la píldora anticonceptiva de emergencia y, en casos de embarazo, las víctimas tienen derecho a que se les realice un aborto.

“La ciudadanía es la realización de los derechos humanos. Logramos mucho, pero todavía es poco”, argumentó Negrão, quien desde 1985 participa en el monitoreo del cumplimiento brasileño de las convenciones internacionales.

En el informe sombra para la Cedaw, “incluiremoshechos concretos (de discriminación) que el Estado brasileño no va a incorporar, porque a ningún gobierno le interesa exponerse en el plano internacional”, comentó Negrão.

En su reunión de 2012, el Comité de la Cedaw hizo hincapié en dos puntos: la trata de mujeres, para la que demandó medidas concretas, y la necesidad de una legislación unificada en cuanto a la salud de las mujeres.

En un balance divulgado a comienzos de octubre, la Secretaría de Políticas para las Mujeres de la Presidencia destacó que las denuncias de trata aumentaron en 1.547 por ciento durante el primer semestre del año, en comparación con el mismo periodo de 2012.

Entre enero y junio la línea 180 de atención a las víctimas recibió 263 denuncias, de las cuales 173 se refirieron a casos internacionales y el resto a locales. En 34 por ciento de ellos, había riesgo de muerte para la víctima.

“La velocidad de las medidas relacionadas con la trata son muy lentas y las respuestas también. No tenemos actualmente capacidad de medir la magnitud del problema”, denunció Negrão.

Estela Scandola, quien integra el Comité Nacional de Lucha contra la Trata de Personas como representante de la sociedad civil, dijo a IPS que el país no ha conseguido poner en práctica una política de Estado para enfrentar este delito.

“Contamos con una política del gobierno mediante un decreto. Necesitamos la presión externa. La trata de personas es en sí misma una denuncia sobre las fallas del proceso de desarrollo de un país”, afirmó.

A su juicio, la sociedad civil tiene el papel de “denunciar esas fracturas” del Estado brasileño en la instrumentación de políticas apropiadas contra el delito.

“La impresión es que hay lentitud para que las cosas pasen. La burocracia no tiene fin”, criticó al referirse a la demora en la implementación del Segundo Plan Nacional de Lucha contra la Trata de Personas y de la propia creación del Comité Nacional para atender el problema, estancada por falta de fondos.

Scandola adelantó que el informe que la sociedad civil presentará ante el Comité de la Cedaw señalará la ausencia de una política adecuada.

A su juicio, las autoridades tienen cómo anticiparse y prevenir la trata allá donde haya mayores posibilidades de que el delito se propague, como en las grandes obras de infraestructura que se desarrollan en el país y que atraen a grandes contingentes de trabajadores.

Fuente: http://periodismohumano.com/mujer/40-000-mujeres-asesinadas-en-brasil.html

El infierno de Mayra, la mujer que sigue viva por casualidad

A Mayra De León su ex pareja la roció con nafta y estuvo a punto de prenderla fuego. Pero una gota del combustible encegueció al atacante, a quien se le cayó el encendedor. Fue el “milagro” que le permitió salvarse.

Mayra De León sabe que sigue viva apenas por una casualidad. Ese "milagro" ocurrió cuando su ex pareja ya la había rociado con nafta y se disponía a prenderla fuego, pero una gota del combustible fue a parar a uno de los ojos del agresor y provocó que se le cayera el encendedor. Ella, indefensa por los golpes y el miedo, tirada en el suelo, vio la secuencia y en un desesperado reflejo pateó el artefacto debajo de la cama. Con eso ganó unos segundos, permitiendo el ingreso a la brutal escena de su abuela, que logró el escape forzado del hombre a fuerza de valentía.

El relato de Mayra es espeluznante, tan complejo como inabarcable, y representa de manera cabal el drama de muchísimas mujeres que padecen la violencia de género. El suceso registrado hace un mes fue el último de una lista casi interminable, que la víctima incluso tiene registrado en papel, con fechas y características. "Me quiso estrangular diez veces en el tiempo que estuvimos juntos. Por distintas razones. Era celoso, pero podía ser cualquier cosa el detonante de su violencia. Me apretaba el cuello con las manos hasta casi matarme. El decía que sabía dónde detenerse para que yo no muriera asfixiada", contó la mujer.

"Estoy viva y quiero contar lo que me pasó. Por un lado, porque hay muchas mujeres como yo que pasan por lo mismo. Pero también porque tengo miedo y necesito que me ayuden. Por el último hecho, que casi me prende fuego, hice la denuncia y después terminó detenido. Pero me llegan rumores de que lo podrían liberar y estoy en pánico", expresó la mujer, de 25 años.

El episodio mencionado al comienzo se registró el pasado 31 de octubre, a las 13.30, cuando Mayra estaba en su casa de Florencio Varela. En rigor, se trata de la propiedad de su abuela Ester, que le ofreció un espacio cuando ella decidió alejarse de la violencia, junto a su hijo de 8 años, de una pareja anterior. "Hace tres meses que estoy con mi abuela. Tengo una pequeña casita, con habitación y cocina. Ahí pensé que iba a estar tranquila. Pero no", dijo la protagonista.

Esa jornada el agresor entró al terreno saltando un alambrado. Antes de llegar a la casita de Mayra se encontró con el pequeño hijo de la mujer, que intuyó lo que se avecinaba y empezó a gritarle a su mamá. No hubo manera de impedir el avance del sujeto, que entró a la casa, dejando al chico afuera, golpeando y pateando la puerta. "Mi gordito quería entrar. Estaba desesperado. Emanuel, mi ex, vino con un bolso y un bidón envuelto en una bolsa negra. Tenía nafta. Además tenía una cuchilla y cinta ancha de color marrón. Me agarró de los pelos y me encerró. No estaba alterado, no gritaba, tampoco me insultaba. Sólo me dijo 'te voy a matar, vos me volviste loco'", relató la mujer.

El líquido inflamable fue derramado por el agresor en todo el cuerpo de Mayra, desde la cabeza hasta los pies. La intención era causarle el mayor daño posible. Una vez terminada esa primera etapa del plan macabro, de un bolsillo sacó un encendedor. "Ahí empezó a tratar de hacer la chispa. Pero se le había caído una gota de nafta en el ojo, y al refregarse se le cayó el encendedor al suelo. Yo vi eso, y desde el suelo le pegué una patada. El encendedor terminó abajo de la cama. El empezó a buscarlo por toda la pieza. En ese ratito, mi abuela, que ya estaba afuera, rompió un vidrio de la puerta y logró entrar. Ella lo empujaba y le pegaba con un palo. Yo también le decía que se vaya. Y se fue", contó Mayra.

"Estuve a segundos de morir quemada. Para peor, en la casa tengo garrafa de gas. Iba a ser un desastre", describió la víctima.

El punto final para la relación entre Mayra y Emanuel fue el 11 de septiembre. Ella tiene todo anotado. Cada agresión tiene su correlato escrito en un cuaderno. "Fue un desastre la convivencia. Se ponía violento y estallaba por cualquier cosa. No sé, me podía pegar porque no le gustaba el mate cocido. Me estranguló 10 veces, no paraba hasta que me desmayaba. El decía que sabía el límite, para no llegar a matarme. Era muy celoso, pero podía ser cualquier cosa el disparador", dijo la joven.

Esos primeros días de separación fueron tranquilos. "De hecho, él me pagó el flete de la mudanza y me ayudó con las cosas. Pero el 20 de setiembre ya empezaron las amenazas con mensajes de texto. El 26 me lo crucé en una pizzería y me dijo de todo en la calle, tenía una navaja. Yo salí corriendo, me salvó un móvil policial. Hice la denuncia pero no pasó nada. Ya en octubre, el 21, lo encontré en un tren y me dijo que me quedaban pocos días. El 25 lo descubrimos haciendo guardia en la esquina de casa, y no salimos. Hasta que fue lo del 31, que casi me mata", enumeró.

El sujeto fue detenido recién el 17 de noviembre. No parece que lo estuvieran buscando con énfasis, dado que fue la propia Mayra quien lo encontró "vendiendo en un puesto de una feria de Varela". Llamó al 911, pero llegaron primero su tío y primo, que lo detuvieron hasta que llegaron los efectivos. "Nadie me dice si está detenido o no. No me atienden. Tengo terror, porque me dijo que me iba a matar", cerró Mayra.


Fuente: diariopopular.com.ar

Día internacional de la eliminación de la violencia de género

La agresión contra el otro género puede ser física, sexual, psicológica y de cualquier otra índole. La forma de violencia que más afecta al mundo es el tráfico de mujeres y los femenicidios.
Las formas de agresión son varias y muchas. Desde 1993, la Asamblea General de Naciones Unidas resolvió celebrar cada 25 de noviembre la lucha contra la violencia de género. El "Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer" se da en la fecha aniversario del asesinato de las militantes dominicanas, Minerva y María Teresa Mirabal. Este suceso que ocurrió en 1960, en República Dominicana, fue bajo el mando del gobierno dictatorial de Rafael Leónidas Trujillo.

Las hermanas Mirabal se convirtieron en el máximo exponente de la crisis de violencia contra la mujer en América Latina. La comunidad internacional no reconoció explícitamente las alarmantes dimensiones de la violencia contra las mujeres a escala mundial hasta diciembre de 1993, fecha en que la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

Hasta entonces la mayoría de los gobiernos consideraba la violencia contra las mujeres como un asunto privado entre particulares, y no un problema generalizado. Este problema social, producto de una organización estructurada en relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y varones, atraviesa, sin distinción, todos los niveles sociales, económicos, culturales y educativos.

Homicidio, violación, abuso y acoso sexual, trata de personas, secuestro, tortura física y psicologica, manipulación y diversas formas de discriminación, atentan contra la mujer y su desarrollo. El machismo cultural latinoamericano ha generado las mayores aberraciones para perpetuar la desigualdad de género.

Expuesto desde la base social en el sentido común de la mayoria, la violencia hacia la mujer es reproducida día tras día desde el discurso político, comunicacional y social.

La magnitud del problema no es plenamente conocida por la población. La falta de estadísticas, el ocultamiento de información y la falta de leyes sobre la materia, los sentimientos de culpa y el temor de las víctimas, no dan certeza de la verdadera cantidad de afectadas por este dilema.

Desde 1993, cuando en la Conferencia Mundial de Viena los países reconocieron que los derechos de las mujeres eran parte indivisible e inalienable de los derechos humanos universales, hasta hoy hubo un largo camino recorrido. Pero a pesar de los muchos progresos a nivel de leyes y normas, todavía se está lejos de haber alcanzado el reconocimiento de la igualdad real entre mujeres y varones.


Fuente: infonews.com