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sábado, 25 de enero de 2014

Honduras : Mujeres que inspiran altruismo






San Pedro Sula. Honduras. Se conmemora el Día de la mujer, una fecha más que especial para Honduras, ya que son ellas las que inspiran a esta sociedad a través de su trabajo, dedicación y pasión por vivir.
Es una fecha tributo para reconocer a aquellos rostros que silenciosamente ofrecen su mano solidaria, su apoyo intelectual y su altruismo para hacer de este mundo, un lugar mejor y de oportunidades para niños y adultos que necesitan de un corazón noble.-

Son once historias que aplaudir, no sólo de tenacidad y espíritu de superación, sino de estela de servicio en diferentes ramas: desde niños en riesgo social, enfermos con cáncer o vih-sida, mujeres emprendedoras y comunidades olvidadas y remotas del país.

Hoy celebre el día de este ser especial aplaudiendo el ejemplar legado que estan sembrando estas hondureñas con el que estan transformando y apoyando la vida de muchos compatriotas que se sienten solos y que necesitan de un apoyo para triunfar ante la adversidad y elos miedos.

Gloria Galeano

Lleva las riendas del hogar Amor y Vida, refugio para niños con vih-sida. El centro no cuenta con recursos para atender a más pequeños. Hace tres años es la presidenta. Lleva 20 años trabajando ad honoren. La parte financiera es su reto, ya que el lugar sólo capta dinero de gente de noble corazón del extranjero. Amor y Vida tiene 32 niños y niñas, Reciben salud, comida, ropa, educación y atención integral.

Rosa Gonzales

Preside la Fundación Llanto, valor y esfuerzo, Llaves. Desde 1997 se dedica a luchar, educar y prevenir sobre el vih-sida. “Era un tema tabú. Conozco el dolor, el miedo y la desesperanza ante la infección y no podía quedarme de brazos cruzados. Junto a mi esposo Allan Dunaway creamos en 1999 esta institución”. Entre sus satisfacciones es ser testigo de que las personas con vih si tienen el apoyo de su familia, los servicios médicos oportunos y la solidaridad de su comunidad. El estigma de la gente es su principal lucha día a día.

Emelina Ramos

Preside el Centro de rehabilitación integral de Puerto Cortés, Cripco, que lleva tres años de fundación. Lucha junto a un grupo de porteños porque esta institución tenga un edificio completo en todo lo relacionado a la terapia física y de lenguaje. El centro subsiste, con eficiencia y éxito, gracias a fondos del pueblo de Puerto Cortés. “Hemos rehabilitado a más de mil personas en tres años y eso nos compromete a seguir sirviendo”.

Naval Burbara

Es presidenta de Fundación Ortodoxa de Honduras y fundadora voluntaria del hogar San Nektarios donde reciben atención integral 27 pequeños en riesgo social. Hace ocho años trabaja con ahínco junto a jóvenes y damas sampedranas por el futuro de los niños. Su gran reto es recolectar donaciones y fondos para el funcionamiento del hogar, tarea que aunque sea difícil la considera una bendición como mujer.

Martha Cálix

No es hondureña pero ama tanto Honduras que ha hecho de esta patria, la suya. Dedica su tiempo al centro de salud mental de la orden San Juan de Dios donde se atiendes a personas con problemas emocionales y psicológicos. Es una enfermera chilena que se ha convertido en la mano derecha y amiga de los pacientes que acuden a esta institución buscando soluciones médicas y afectivas.

Sor Felisa García

Hace 67 años, esta española vino a Honduras para brindar su amor a los más necesitados. Reside en La Ceiba. Ha ayudado a comunidades garífunas y etnias a través de la recolección y distribución de donaciones. Es una ferviente hija de la caridad de los padres paulinos.

Nidia Villegas

Es pilar y vicepresidenta de Una mano amiga, UMA, que ayuda a personas pobres y desahuciadas con cáncer. La idea surge del deseo de unos amigos que al ver la necesidad, enfermedad y dolor, queríamos ayudar, apoyar y acompañar a personas que más necesitan.

Diana Frade

Esta norteamericana ha hecho un modelo a seguir del ministerio Nuestras Pequeñas Rosas fundado en 1988 con el propósito de rescatar y transformar vidas de niñas que han sido abusadas, abandonadas y que están viviendo en situaciones de alto riesgo o vienen de extrema pobreza. En esta institución habitan 67 niñas donde reciben el calor de un hogar cristiano con oportunidades educativas para todas.

Santa Euceda

Es la presidenta de la directiva de la red de microfinancieras de Honduras donde realizan gestiones económicas para capacitar y desarrollar las capacidades y talentos de mujeres de escazos recursos económicos. Es directora por Honduras de la Red Centroamericana y del Caribe de microfinanzas. También aporta su voluntariado a servir a las comunidades nececitadas del país a través del Club Rotario San Pedro Sula de donde fue primera mujer presidente.

Rosa Arzú

Lleva su vida dedicada al comité de la Liga contra el cáncer. Es la actual presidenta y mente enfocada en actividades y recolección de fondos para atender a miles de personas víctimas del terrible mal. Su gran misión es recolectar fondos para seguir dando esperanza.

Judith García

Es licenciada en psicología y directora técnica y psicóloga voluntaria del movimiento Teléfono de la esperanza donde las personas encuentran el consejo oportuno y el apoyo moral en momentos de depresión, tristeza o dolor. Es especialista en intervención en crisis graduada en España. A través de sus conocimientos ha apoyado en su desarrollo emocional a miles personas que llaman o acuden a este centro diariamente porque para ella su lema es ayuda a ayudar al prójimo. El apoyo psicológico es su prioridad.

Washington;Se encuentran hijas de donante de esperma colombiano

Lo menos que pensaban las universitarias Mikayla Stern-Ellis y Emily Nappi era que su parecido físico y gustos similares se debía a que eran hermanas.

Mikayla Stern-Ellis y Emily Nappi, dos amigas de la universidad, descubrieron ser hijas de un mismo padre, un donante de esperma colombiano, según indicaron hoy las mismas jóvenes en la televisión estadounidense.

Stern-Ellis, de 19 años, y Nappi, de 18, se conocieron en Facebook antes de comenzar sus estudios en la misma universidad, la Tulane University de Luisiana (EE.UU.), y poco a poco su relación se tornó en una amistad inseparable.

Ambas compartían gustos y similitudes físicas, pero recientemente descubrieron que tenían algo más en común: haber sido concebidas con el esperma de un donante anónimo procedente de Latinoamérica.

Las dos eran tan parecidas en sus gustos que este otoño, antes de saber suconsanguinidad, compraron por separado un mismo jersey.

Ante la acumulación de coincidencias comenzaron a indagar y solicitaron conocer elnúmero de identificación del donante de sus madres, algo que les permitió conocer hace dos semanas que eran hermanas, hijas de un mismo padre de origen colombiano.

"Siempre pensamos que nos parecíamos a nuestras madres, pero en realidad es que somos las dos muy parecidas", explicó hoy Nappi en una entrevista con la CNN.

Ambas jóvenes nacieron con tan solo siete meses de diferencia en diferentes localidades de California (EE.UU.), pero el destino las llevó a inscribirse en la misma universidad, donde nació su amistad.

"Es impresionante poder ir por el campus de la universidad y llamarnos hermanas desde ahora", explicó Mikayla en un programa televisivo de la NBC.

FuenteO

miércoles, 22 de enero de 2014

Mi vida con Sida: La historia de Carolina

Una joven de 33 años nos contó cómo se vive con esta enfermedad y hace un llamado a darnos cuenta lo cercana que está a todos nosotros.

María Carolina del Real estaba cursando lo que sería su último año de Relaciones Públicas cuando su cuerpo no pudo más. “Estaba en la etapa de la tesis y estaba muy enferma. No podía ir a clases, entonces a pesar de que era buena alumna, fue imposible seguir”, dice Carolina cuando se refiere al año en que se paseó de doctor en doctor, sin que nadie le entregara un diagnóstico. “Todos me decían que esto era depresión, menos yo. Yo era la única que sentía que esto no era eso”, cuenta.

Recién el 1 de noviembre de 2010, cuando cayó en la clínica por una neumonía grave supo que lo que ella tenía era Sida.

“Quedé en un trance, que es muy de mi personalidad. No podría decir que me angustié, porque la verdad es que me quede en blanco. Sale el doctor, entra mi papá y yo lo empuje y le dije ‘no me toques’, ‘qué pasa’ me dijo y yo le dije ‘papá tengo sida’ y se me quebró la voz y la lágrima me llego a la mitad del cachete. Los ojos se le fueron a negro, se le apagó la mirada por la ignorancia frente a la enfermedad, además yo estaba muy grave, los doctores le estaban diciendo que era probable que yo me muriera. Se acercó a un lavatorio se lavó las manos, la cara, se acerca y me dio muchos besos, muchos abrazos, como diciéndome ‘no me vengas a empujar, no seas ignorante porque esto no se contagia por darte besos ni abrazos y tu no vas a ser discriminada y ahora te concentras en respirar’. Y ahí estuve concentrada en respirar”.

Siempre ha recibido el apoyo de su entorno familiar, pero dice que “todos han vivido el proceso de forma diferente y yo me he ido enterando con los años cómo ha sido para cada uno. Han pasado tres años y yo recién me entero que para mis hermanos ha sido un tema súper doloroso y difícil de digerir. Mi mamá también tiene muchos sentimientos encontrados, entre preocupación, rabia y pena. Ella me dice ‘yo te hice perfecta, te hice tan sana y llega una persona, pobre hombre él no sabía y te pega esto y ahora tienes esta enfermedad’ y pasa por todos los estados, yo creo que la que lo tiene más resuelto soy yo, mi entorno pasó por un proceso súper doloroso, amigas que lloraron y rezaron mucho“.


EL PREJUICIO DEL EXAMEN

Para recién ser diagnosticada, Carolina estuvo hospitalizada durante un mes en la clínica, es por esto que ella crítica que no sea parte de la rutina de los doctores hacer el test de Elisa, examen que diagnostica esta enfermedad. “Yo esperaba que me dijeran que tenía anemia, hasta leucemia pensé, me sentía muy mal. Yo también pavié, nunca pedí el test de Elisa, nunca se me ocurrió”.

Al parecer el test de Elisa no es parte de la rutina de los médicos, “pienso que pueden pensar que la gente se puede ofender, cuando debería ser algo natural”, dice Carolina, quien también explica que cuando uno comienza a salir con alguien también debería considerar realizarse el examen con naturalidad, “debería ser tan espontáneo como cuando te preguntan si quieres ir a tomar un café o salir a comer, y decir ‘oye ya nos gustamos quizás ya tuvimos relaciones con preservativo una vez y deberíamos hacernos el test de Elisa’, eso no es para descartar la relación, sino para ser honestos. Yo lo que haría es ir juntos y compartir los resultados”.

En la clínica cuando ya estuvo estable Carolina tuvo acceso a un teléfono y cuenta que “agarre el teléfono cuando ya podía hablar y llamé a mis ex pololos, uno por uno para que se fueran haciendo el examen. Se lo fueron haciendo hasta que mi último pololo salió positivo. No tengo ninguna mala onda con él, ningún rencor, fue un accidente lo que nos pasó”.


LA VIDA SIGUE

Cuando fue diagnosticada, Carolina comenzó su tratamiento con triterapia que consiste en tres pastillas diariasque se toman de por vida, lo que mantiene la carga viral baja o indetectable y las defensas más altas, lo que le permite estar bien y disminuir las posibilidades de contagiar a través de relaciones sexuales.

“Con el sida puedes tener una vida normal, el problema es la chapa que tiene, la gente se pasa un rollo enorme, que tú te lo pegaste porque pololeaste mil veces, que te lo pegaste porque tuviste un tipo de sexo a las 50 sombras de grey o que eres homosexual, que te inyectas con jeringas infectadas. Yo antes de tenerlo siempre pensé que era por tener sexo con alguien que era portador y puede ser que hayas tenido relaciones una sola vez y justo esa persona era portador”, explica.

A pesar de que su tratamiento le permite estar mejor de salud, advierte que tiene recaídas: “la vida sigue pero tú no vuelves a ser 100% la misma, tienes menos energía, si tienes un resfrío se te puede convertir en neumonía, de repente te da fiebre y no sabes por qué. He tenido hospitalizaciones cortitas de unos cuatro días por algo respiratorio, casi siempre es respiratorio. Estas mucho más propensa, pero mientras más suben mis defensas más te alejas de estos episodios de llegar a urgencia a la clínica”.

En una conversación con ella misma, Carolina le puso al Sida Alicia. Con ese nombre la encaró y le dijo: “Alicia, te vas o te quedas y si te vas quedar lo siento pero yo como sushi y lo tengo prohibido, si te quedas vas a vivir conmigo va a ser fumando, porque tengo ese vicio. No me alimento tan bien, no descanso como debería descansar y bueno está soy soy yo, cruzo mal las calles, soy dispersa y pajarona, entonces o te quedas conmigo y te adaptas o te vas”. Según cuenta Carolina, Alicia por el momento se ha portado bien.

Sus visitas al doctor son cada seis meses con un infectólogo de la unidad de Sida del Hospital Salvador, de la que dice estar muy agradecida por los profesionales que han trabajado con ella.
LA VIDA AMOROSA CON SIDA


Cuando se enteró de que tenía la enfermedad pensó que los pololeos se habían acabado para ella. “Dije, voy a llenar mi vida con otras cosas, se acabaron los hombres porque eso ya fue y nada que ver. Después me di cuenta que no me ha faltado. Uno sigue estando en el mercado, porque es tu personalidad la que sigue importando, tu interior es lo que a los hombres siempre les va a importar, lo demás hay que informarse nomás para que el cabro no esté asustado. Hoy tengo una nueva pareja de un año y meses, es el amor de mi vida y tengo una relación normal con sus altos y bajos. El tema de la enfermedad entre nosotros está súper clara y él lo ha manejado súper bien y me ha acompañado al doctor, ha escuchado de la boca de los doctores los riesgos que corre estando al lado mío y los que no. Es un gallo con un carácter súper especial, tiene la fortaleza, la nobleza y la cultura como para enamorarse y proyectarse con una mujer con una enfermedad como la mía y como él hay muchos más que están dispuestos a estar con una mujer infectada”, dice Carolina.
DISCRIMINACIÓN

No todo ha sido acogedor para Carolina del Real, pues ha tenido algunos episodios que la han hecho sentirse discriminada, “mi mejor amiga del colegio me pego una patada en la cara con el tema y dijo cosas como que no quería que yo le tocara a sus hijos, ni que me fuera a bañar en su piscina”, pero eso fue muy al principio de mi enfermedad.

A pesar de que en Chile, la Ley 19.779 impide las discriminaciones de las personas con esta enfermedad al acceso a educación, trabajo y salud, Carolina si ha sufrido de discriminación laboral este mismo año:“Estuve casi contratada para trabajar en el banco Bice, estaba lista partía el primero de abril, entrar fue un proceso súper engorroso de entrevistas y etapas. Se filtró que yo tenía Sida y me llamaron para decirme que no iba a entrar con alguna excusa. Pero todo se sabe, tengo súper claro cómo fue, quién lo filtro, qué se dijo en esa reunión. Pero yo no voy a andar destinando mi energía en vengarme ni andar quizás parándole los carros a cada persona que se me ocurra, yo prefiero mejor educarlos, en vez de agredir como ellos lo han hecho, yo prefiero educar y dar un mensaje positivo”. Es este mensaje el que actualmente mueve a esta joven de impresionantes ojos verdes, que espera dejar un sello y lograr que el Sida sea mirada como cualquier enfermedad crónica, una de la que debemos cuidarnos e informarnos porque tal como ella dice “no es algo lejano y le puede pasar a cualquiera”.
PEGAR EL GRITO

En un comienzo Carolina empezó a manifestarse artísticamente, ejemplo de eso es un mural en el living de su casa. Después pensó en lo mucho que le gustaba hablar y escribir, por lo que con el fin de comunicar sentimientos, emociones creó su blog en el que contó al mundo que tiene Sida.

“No sabía hacer blogs y me metí a un tutorial de youtube, lo armé y comencé a escribir cosas de mujeres. Fui hablando a meter con las temáticas que de verdad me mueven que tienen que ver con discriminación, injusticia y hay una gran verdad que tengo que contar que está ligada con la discriminación, con la injusticia y conté mi verdad, no sabía que iba a provocar”. Lo que provocó esa columna fue que le llegaran cientos de mensajes de apoyo y admiración por los que ahora está asombrada.

“Yo soy una agradecida porque a pesar del infierno que me tocó vivir hay gente que realmente lo está pasando pésimo y está sola, saben que tienen la enfermedad y no se lo pueden contar a nadie. Entonces creo que tengo que mandarle un mensaje al que no está infectado, para que cambie su visión de la enfermedad y para que así los que están infectados no se sientan en esa jaula, como me escribe un chico o otro que no se atreve a mirar a su mamá a los ojos”, explica Carolina acerca de esta plataforma que le permitió “pegar el grito”, tal como ella dice.

En el texto, titulado Caída libre…mi verdad, Carolina escribe “yo ya di la cara…ahora tú no me bajes la mirada y me sueltes la mano por miedo o prejuicio…te lo pido por favor…vamos a cambiar la estrechez mental y desinformación de Chile…ustedes y yo podemos”.



La anorexia:

La modelo uruguaya Eliana Ramos, que trabajaba en la agencia de Pancho Dotto y que era la hermana de otra chica que falleció en la pasarela en agosto de 2006, murió ayer con un cuadro de "alimentación deficitaria", informó la prensa uruguaya.

Sin embargo, Dotto aseguró que la chica "se alimentaba bien, era muy saludable y hacía deporte", al tiempo que consideró "un absurdo que se hable de anorexia o de bulimia en este caso".

Eliana Ramos, de 18 años, fue encontrada por su abuela sin vida ayer a la tarde en su casa de Montevideo y la policía declaró que el fallecimiento se debió a causas naturales, ya que no se encontraron signos de violencia en su cuerpo.

Fuentes de la investigación citadas por el Canal Montecarlo TV indicaron que el cuadro primario es muerte súbita con alimentación deficitaria.

Su muerte puso en vilo al mundo del modelaje, ya que Eliana era la hermana menor de Luisel Ramos, una joven de 22 años que en agosto pasado cayó muerta cuando desfilaba en la pasarela de un hotel uruguayo.

Según las informaciones de la prensa uruguaya, Eliana el lunes por la noche había celebrado con sus familiares el cumpleaños de su abuela. Las mismas fuentes precisaron que Eliana se levantó temprano y se quedó en una habitación donde luego se la halló sin vida.

Según medios uruguayos la joven se encontraba bajo tratamiento psicológico por la trágica muerte de su hermana.

La anorexia:

Una joven de 24 años falleció ayer tras haberse arrojado por una ventana de una clínica céntrica donde estaba internada, a raíz de un cuadro agudo de anorexia, en la ciudad de Rosario, en Santa Fe Argentina.

La joven -cuya identidad se mantiene en reserva- había sido internada el jueves último por disposición de su madre, que había consultado a un equipo médico, que diagnosticó la enfermedad de la chica. Su hija pesaba unos 40 kilos.

Sin embargo, según trascendió, la resistencia de la muchacha no sólo se reflejaba en el momento de tener que comer los alimentos, sino también quedó de manifesto a la hora de comenzar el tratamiento en ese centro de salud privado.

Sin embargo, la madre dispuso su internación para iniciar el tratamiento. Pero la chica nunca quiso quedarse. Y el viernes último, por la tarde, en un intento de escapar de la clínica se arrojó por la ventana del quinto piso.

La chica cayó sobre un techo del segundo piso de la parte interna de la institución. A causa de las heridas de la caída, la joven murió anteayer a la tarde.

La anorexia:

Thayrinne Machado Brotto, con apenas 46 kilos de peso, murió en la madrugada del día 1 de enero en un hospital de la ciudad de Sao Gonzalo, un suburbio de Río de Janeiro, como consecuencia de los problemas que sufría desde hacía meses en su afán por adelgazar para ajustarse a los cánones impuestos por la moda.

 La familia descubrió que la joven forzaba los vómitos después de comer hace seis meses, cuando comenzó a tener problemas de salud y en la escuela, reseña el periódico.

"Ella era muy estudiosa, pero reconoció que no estaba consiguiendo concentrarse en las clases. Entonces admitió que tenía bulimia y pidió que la ayudáramos", dijo la madre de la adolescente. Pese al tratamiento psicológico que inició y a las consultas con especialistas en nutrición, el estado de salud de la joven se fue agravando, con desmayos y otros síntomas, hasta que tuvo que ser ingresada en el hospital, en el que murió.

lunes, 20 de enero de 2014

Cómo recuperarse de las vacaciones

Consejos para empezar la dieta y el ejercicio con moderación sin morir en el intento.

La clave para recuperarse de los excesos navideños es adoptar unos hábitos de alimentación saludables. "No hay que apuntarse a dietas milagro, que intentan resolver los excesos en muy poco tiempo. Y dejar de comer con el objetivo de purgarse y mejorar tampoco funciona", explica Salvador Tranche, vicepresidente de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria a la agencia EFE.

Estos son sus siete consejos estrella para ayudarnos a recuperarnos de las vacaciones:
1. Restablece tus horarios de comida y de sueño

La recuperación después de las fiestas llevará más o menos tiempo en función de los excesos que se hayan cometido. Lo mejor es volver a tus hábitos de comer siempre a la misma hora y descansar lo suficiente (entre seis y ocho horas para los adultos), así tendrás más energía durante el día y podrás recuperarte más rápidamente.

2. Haz más actividad física

Si ya hacías ejercicio: Regresa a tu rutina habitual y procura hacer más ejercicio en la zona de quema de grasa. Aquí te explicamos cómo quemar más grasa durante la actividad física. Trata de aumentar la intensidad de tu ejercicio, haz 20 minutos más o aumenta peso en tu rutina de fuerza.
Si nunca has hecho ejercicio: Empieza poco a poco. No te presiones ni te estreses. Ten paciencia y si eres constante, verás resultados muy pronto.

Cómo empezar a hacer ejercicio

Camina de 30 o 45 minutos diariamente y, si no es posible, al menos cuatro o cinco días a la semana. Hazlo de manera ágil, no sirve pasear como si fueras en el centro comercial.
Empieza con un ejercicio que no sea muy intenso pues, de lo contrario, la sensación de fracaso del primer día será "enorme" y muchos desistirán.
Empieza poco a poco y de manera regular, para que se vaya asumiendo como un hábito y lo introduzcamos en nuestro estilo de vida diario.
Hazte un examen cardiovascular para asegurarte de que tu estado de salud es óptimo y puedes hacer ejercicio. Muchos gimnasios tienen pruebas así para los de nuevo ingreso.

3. Evita el alcohol

Si realmente quieres reincorporarte a los buenos hábitos, es mejor dejarlo de golpe. En esta nota te platicamos cuántas calorías tienen tus tragos. Preferible evitarlos por un rato ¿o no?

4. Minimiza o elimina el consumo de bebidas azucaradas

¿Adicta al refresco? Será de tus principales enemigos para bajar de peso. Descubre cuánto ejercicio necesitas hacer para quemar cada refresco y aprende cómo dejar de tomar refresco.

5. Reduce las calorías de las comidas

No significa que te tengas que poner a dieta. Sigue nuestros tips para quemar más calorías durante el día ycómo bajar de peso sin hacer dieta.

6. Haz comidas más ligeras
Haz cinco comidas diarias, sin exceso de carbohidratos (pan, tortillas, azúcares).
En las dos comidas más importantes, es decir, al medio día y por la noche, incluye una ración de vegetales o frutas.
Incorporar ensaladas a las comidas de mediodía o las cenas.
En las cenas incluye alimentos con proteínas como tortillas, que pueden llevar jamón, carnes como pollo o cordero y, por supuesto, pescado blanco o azul.

7. Incrementa la ingesta de frutas y verduras

"Las frutas y las verduras son componentes esenciales de una dieta saludable y un consumo diario suficiente podría contribuir a la prevención de enfermedades importantes, como las cardiovasculares y algunos cánceres", detalla la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Con este ejercicio bajarás de peso sin salir de tu habitación

¿Quieres saber con qué actividad podrías quemar hasta 120 calorías, sin salir de tu recámara?

Una buena relación sexual es una excelente alternativa para bajar de peso y quemar calorías, por lo menos eso es lo que dicen científicos de la Universidad de Quebec, quienes concluyeron que 30 minutos de sexo es equivalente, si de actividad física hablamos, a correr el mismo periodo de tiempo.

Los hombres queman más calorías

De acuerdo con los especialistas, los hombres son quienes más se ven beneficiados, ya quepodrían quemar alrededor de 120 calorías, mientras que las mujeres lograrían deshacerse de 90 calorías. Nada despreciables si lo que se busca es eliminar las llantitas que dejaron las fiestas decembrinas.
En el estudio participaron 21 parejas heterosexuales, de entre 18 y 35 años de edad, acostumbrados a hacer ejercicio (dos horas a la semana por lo menos), sin rasgos de enfermedades cardiovasculares, diabetes o limitaciones ortopédicas. Todas las mujeres reportaron tomar anticonceptivos orales.

Es más placentero

Los "conejillos de indias" llenaron un cuestionario tras correr media hora y pasar el mismo tiempo en el acto sexual. Además de hacer la medición calórica, a los participantes se les pidió que contestaran qué actividad les había resultado más agradable y la respuesta fue obvia: el sexo fue el ganador.

Tras este trabajo se comprueba que la actividad sexual puede ser considerada como un ejercicio significativo. Por si fuera poco, tanto hombres como mujeres describen que el sexo es mucho más apreciada que el deporte.

7 de cada 10 mujeres en América Latina no aceptan su cuerpo

De acuerdo con una investigación realizada por la revista TIME, cuando asumimos una actitud positiva hacia nuestra apariencia física, tenemos 12% más probabilidades de adelgazar.

Pensamientos y acciones cotidianas como “estoy gorda”, “nada me queda”, “soy una vaca”, etc., son comunes en las mujeres de América Latina.

Datos de la revista TIME confirman que 7 de cada 10 mujeres latinoamericanas se refieren a sí mismas de formas negativas en torno a su figura.

¿Qué piensas de tu cuerpo?

Al respecto, Special K se dio a la tarea de realizar un estudio sobre cómo se expresan en este sentido las mujeres latinoamericanas en redes sociales. Los resultados confirman que tienen opiniones negativas respecto a su cuerpo y belleza.

En un total de 195 mil 952 menciones en la búsqueda de “me veo como…”, el 71% se refieren de una manera despectiva a su figura. Esta tendencia fue más clara en países como México, Colombia y Venezuela.

Sin embargo, las mujeres mexicanas registraron el mayor nivel de conversaciones negativas, con más de 52 mil menciones, lo que refleja la baja autoestima y la absurda opinión que tienen de sí mismas.

En este sentido, Ana Aguilar, gerente regional de la marca, afirmó: “Queríamos entender el comportamiento de las mujeres en Latinoamerica, conocer a lo que se enfrentabann día a día, y encontramos que es precisamente la negatividad el primer obstáculo para lograr lo que queremos…".

“Con esto en mente nos dimos a la tarea de crear una iniciativa que impulsará a las mujeres a cambiar de conversaciones negativas a positivas a través de Un año de victorias, que tiene como objetivo invitar a que todas las mujeres reconozcan sus pequeñas y grandes victorias a lo largo del año y así lograr un cambio en ellas”.

Adicional a esto, Special K convoca a las a que mujeres reconozcan todas las pequeñas y grandes victorias que tienen en su día a día, a través del hastag #CelebroMisVictorias, para empezar a modificar estas opiniones negativas.

Recuerda que los hábitos diarios impactan en tu salud física y emocional, por lo que tener una alimentación adecuada es clave para verte bien, pero sin duda, el aspecto emocional es determinante para lograr tus metas.

FuenteI21

domingo, 19 de enero de 2014

Ser mujer en Afganistán, un duro desafío

  • Pese a que el férreo régimen islámico del Talibán fue derrocado en 2001, todavía las mujeres son condenadas a prisión por dejar a sus maridos o por negarse a aceptar un matrimonio arreglado. 
  • Historias tristes y dramáticas Desorientada y sola en una ciudad desconocida, Mariam llamó a la única persona que conocía, el primo de su esposo.
Temía que él se negara a socorrerla porque ella había abandonado la casa familiar en la provincia de Kunduz, en el norte de Afganistán, para irse a la capital Kabul con el fin de huir de los maltratos que él le propinaba. Pero el primo prometió ayudarla. Aunque él estaba muy ocupado, le pidió a un amigo que la fuera a buscar, pero éste la llevó a una vivienda abandonada, la encañonó con una pistola y la violó. Una vez cometida la agresión, dejó a un lado la pistola y se sentó a ver televisión. 

Ella esperó pacientemente hasta que llegó el momento oportuno, agarró el arma, lo mató de un tiro en la cabeza y trató de suicidarse. “Tres días más tarde desperté en el hospital”, relató mientras mostraba la cicatriz que dejó la bala al rozarle el cráneo. Del hospital, Mariam fue enviada a un cuartel policial y de allí a Badam Bagh, la principal cárcel para mujeres de Afganistán, donde fue entrevistada por una agencia internacional de noticias para esta nota. Durante los últimos tres meses, Mariam ha estado esperando para saber las razones por las que la metieron presa, cuáles son los cargos, y cuándo puede irse. “No fui al tribunal; sigo esperando”, expresó.

Aferrada a un sucio suéter color marrón ante el frío de la cárcel, Mariam está entre 202 mujeres que viven en esa prisión construida hace seis años. La mayoría de las detenidas fueron condenadas a penas de hasta siete años por dejar a sus maridos, por rehusarse a aceptar un matrimonio arreglado por sus padres o por abandonar la vivienda familiar con su ser querido. 

UNA DURA REALIDAD 

Esos son “crímenes morales”, expresa el director de la prisión, Zaref Jan Naebi. 
Algunas de las mujeres estaban embarazadas cuando fueron confinadas, y otras trajeron a sus hijitos. Naebi dice que hay 62 chicos viviendo en la institución con sus madres. Suelen compartir las literas (camas estrechas y encimadas), dormir su siesta en las tardes, estar escondidos por una sábana que cuelga de una litera superior e ignorar los ruidos del cuarto adyacente donde las mujeres conversan y ven televisión. 

El Talibán fue derrocado en el 2001, lo que puso fin a cinco años de un régimen islámico férreo que reprimía a las mujeres e imponía leyes religiosas y códigos de moralidad estrictos. Las nenas tenían prohibido ir a la escuela, salir de sus casas sin la compañía de un varón y, en algunos casos, se veían obligadas a vivir detrás de ventanas pintadas de negro para impedir que extraños las vieran. 

Estaban además obligadas a vestir la burka, la túnica que las cubre de pies a cabeza. En los primeros años después del derrocamiento del Talibán, hubo algunos progresos para las mujeres: se inauguraron escuelas, se les permitió salir de sus casas, y muchas salieron, con burka y todo. Algunas se presentaron en televisión, otras fueron elegidas para el Parlamento. 

Pero los activistas a favor de los derechos de las mujeres en Kabul sostienen que poco después del derrocamiento del Talibán, el tema quedó en el olvido y hasta el presidente Hamid Karzai llegó a hacer comentarios de que el lugar apropiado para la mujer era el hogar. El Parlamento aprobó una ley que penaliza la violencia contra las mujeres, pero rara vez se implementa, según la Misión de las Naciones Unidas para Afganistán. 

“CRiMENES CONTRA LA MORALIDAD” 

Un informe reciente de esa misión sostiene que es difícil obtener datos sobre la violencia contra las mujeres, en parte porque las autoridades no quieren que se demuestre lo poco que se está haciendo al respecto. Aunque no es formalmente ilegal irse de casa o negarse a participar en un matrimonio arreglado, los tribunales en Afganistán suelen condenar a mujeres que huyeron de sus familiares abusadores, acusándolas de adulterio o de “crímenes contra la moralidad”, dice el informe.

“La actitud hacia las mujeres sigue siendo igual en casi todos los lugares, las leyes tribales son las que rigen y en la mayoría de los sitios nada ha cambiado en cuanto a la vida de las mujeres. Hay políticas, estudios y hasta leyes publicadas, pero nada ha cambiado”, expresa Zubaida Akbar, cuya organización de voluntarios, Haider, defiende los derechos de las mujeres y envía a abogadas o trabajadoras sociales a la prisión de mujeres para asesorar legalmente a las detenidas. 

En el sistema judicial afgano, dominado por hombres, Akbar asevera que aun cuando una mujer se presenta ante un juez, éste “dice que es culpa de ella y que ella tiene que volver con su marido, que no hay lugar en nuestra sociedad para que una mujer deje a su esposo”. La sociedad afgana sigue siendo profundamente conservadora, dominada por hombres y donde tribunales locales llamados “yirgas” dictaminan la entrega de mujeres o niñas para resolver deudas o disputas. 

En la prisión de Badam Bagh, rodeada de altos muros coronados con alambres cortantes, hay un pequeño espacio abierto donde juegan los chicos traídos por sus madres presas. Cerca de allí, unas mujeres cuelgan su ropa para secar. El edificio de dos niveles fue construido hace apenas seis años pero ya se encuentra decrépito y sucio. Las mujeres fuman sentadas en balcones llenos de tuberías de metal y basura desparramada. En los primeros años después del derrocamiento del Talibán, hubo algunos progresos para las mujeres: se inauguraron escuelas, se les permitió salir de sus casas. 

Algunas se presentaron en televisión, otras fueron elegidas para el Parlamento Naebi, director de la cárcel, indicó que las presas asisten a clases durante la semana sobre temas como aprender a leer y escribir, artesanía y corte y confección, a fin de que tengan alguna destreza para cuando salgan de la cárcel. Dentro del edificio austero y sombrío, en cada celda hay seis personas en promedio. 

Las literas cuelgan sobre las paredes. En algunas de las literas, nenes muy chicos duermen bajo cobijas sucias mientras sus mamás narran su historia. 

LA HISTORIA DE NURIA 

Nuria, vestida de marrón de la cabeza a los pies, trata de calmar a su bebé mientras cuenta cómo intentó ir a los tribunales para pedirle el divorcio a su esposo, con quien sus padres la habían obligado a casarse. “Yo quería divorciarme pero él no quería. Yo nunca quise casarme con él, yo amaba a otra persona pero mi padre me obligó, me amenazó de muerte si no me casaba con él”, afirmó. 

“Cuando fui al tribunal a pedir el divorcio, en vez de dármelo, me enjuiciaron por irme de casa”, expresó. El hombre del cual estaba enamorada también fue acusado y ahora está preso en la tristemente célebre cárcel afgana de Pul-e-Charkhi, hacinada y denunciada por los maltratos que ocurren allí. Cuando fue encarcelada, Nuria no sabía que estaba embarazada. Dio a luz en la cárcel. Aunque el bebé es de su esposo, que ofreció pedirle a los tribunales que la liberen si ella regresa con él, Nuria se ha negado. “Ahora quiere que regrese porque yo tengo al bebé, pero yo le dije que no. Saldré cuando se cumpla mi condena”, en ocho meses, remata Nuria.

Fuente: eldia.com.ar/

Nieves Herrero: "La presión de las audiencias no está pagada"

  • Su última novela es un éxito y triunfa en canal 13 con un programa dominical. 
  • Nieves Herrero nos habla del dulce momento que atraviesa. también en el terreno personal.
Lleva 60.000 ejemplares vendidos de su libro 'Lo que escondían sus ojos'. Y esa es la mejor manera de comenzar el 2014. El éxito de ventas y la suerte de presentar las tardes de los domingos en Canal 13 hacen de Nieves Herrero una mujer muy afortunada.

Corazón ¿Cómo se siente tras saber que su novela es todo un éxito de ventas?

Nieves Herrero Con un subidón impresionante. La historia de mi marquesa, una mujer que creo no encajaba en los años 40, ya que podría ser de plena actualidad, es fascinante. Cuando me encargaron un libro de una aristócrata de la posguerra busqué por varios sitios y todos me conducían a ella. Desde las entrevistas que hice a Gloria Ridruejo y Elio Bernhayer a los archivos de ABC, donde he pasado muchísimas horas documentándome. Mi marquesa hablaba con Ortega y Gasset, Juan Ramón Jiménez, su íntimo amigo Álvaro de Laiglesia, Tono… Todos se lo pasaban genial con ella: era ocurrente, divertida y tenía opinión. Nada que ver con el resto de mujeres de su época. Tenía todo en la vida salvo lo esencial: el amor. Por eso cuando conoció a Serrano ya no hubo más ojos que mirar. De ahí que al nacer su hija –Carmen Díez de Rivera Súñer–, lo que más le decía cuando era una niña era que llamara al tío Ramón. Eso es lo que su hija nunca le perdonó. Que le ocultara que tío Ramón era su padre. Con ese silencio dejó que se enamorara de quien creía era un amigo, cuando la realidad era que se trataba de su propio hermano. Ese secreto les amargó la vida a la hija y a la madre.

C. ¿Cómo ha sentado entre la familia de los Llanzol que cuente este secreto de familia?

N.H. Antes de morir Carmen Díez de Rivera ya contó su vida en unas memorias. Paco Umbral hablaba muchísimo en sus columnas de esta historia. En manuales de historia internacional se habla del cese de un ministro de Franco a causa de los amores que tuvo con otra mujer –hay que señalar que Serrano Súñer era cuñado de Franco–. Siempre me interesó este drama y, realmente, lo que he hecho es recoger todo lo que ya se había contado y novelarlo. Me acerqué a la familia al principio, concretamente a Sonsoles, hija de mi protagonista, y he de decir que fue muy generosa dándome datos. En ese momento yo aún estaba buscando mi personaje. Hoy mi único contacto es por e-mail.

C. ¿A qué cree que se debe la demanda de los lectores?


N.H. No solo a la historia, sino también a la intrahistoria que se narra. Eso es lo que me dicen muchas personas. El retrato de un ambiente, época y aristocracia que a la gente le interesa. Yo he novelado la vida de la marquesa al estilo de Vivian Leigh, no he querido hacer caso de las críticas que recibió en su día. Es más, justifico las vivencias de los protagonistas de esa época. Como me dijo Aline de Romanones, había muchas dobles vidas en esos años, muchos pisos con amantes, lo suyo no fue algo tan extraordinario. Realmente este libro es el retrato de la aristocracia de esos años. Cómo eran, cómo vivían. Me recuerda también a la vida de la duquesa de Alba cuando Eugenia en su día me confesaba que ella se había criado con la nanny, ya que sus padres siempre estaban o de viaje o de cenas. La sorpresa es que hay cinco productoras interesadas en llevar esta novela a las pantallas. Hasta Garci me dijo que si tuviera dinero hacía una película.

C. ¿Cómo se ha organizado para desconectar de todo y zambullirse en los años 40?

N.H. Me ha costado casi tres años de trabajo. Sobre todo documentarme. Muchas entrevistas, libros, la hemeroteca de ABC, donde me pasaba todas las mañanas… Hubo momentos de desesperación porque veía que la perfección era imposible. Hasta que empecé a escribir, que era lo que más me apetecía. Fue muy lento y tuve que rectificar mucho al principio.

C. Y ahora ha vuelto a la televisión, a Canal 13, donde tiene el programa Hoy Nieves los domingos por la tarde.

N.H. No imaginas la cantidad de gente que nos ve. Estamos haciendo un magazine muy interesante, con gente que normalmente no va a los platós. Es una ventana abierta al entretenimiento. Tenía ganas de salirme del debate político y económico y ver la vida con más alegría. Hay que reírse y disfrutar.

C. Su trayectoria dice que sabe adaptarse a los tiempos: ha presentado espacios de máxima audiencia y luego ha pasado a cadenas más pequeñas. Eso no es muy normal en el mundo de la tele, donde la gente suele enloquecer con la popularidad y las audiencias.

N.H. Hay que recordar que yo me bajé en marcha de la tele. Me ofrecieron hacer las tardes de TVE y mi pregunta fue si no podía ser en la radio. Me avisaron que iba a cobrar menos, pero era lo que quería. Estuve casi diez años y he sido muy feliz. La presión de las audiencias en televisión es durísima, no está pagado por mucho que digan.

C. Una etiqueta que parece nunca se quitará es la de haber presentado el programa de las niñas de Alcásser, sin duda, uno de los espacio que más críticas ha levantado en la historia de la televisión.

N.H. Las etiquetas son difíciles de quitar. Siempre seré chica Hermida, como siempre llevaré a mis espaldas aquel nefasto programa de Alcásser, pero también me gusta que se diga que soy la primera que dio una oportunidad en televisión a Alejandro Sanz. O la que juntó en el escenario a María Dolores Pradera con Carlos Cano, a Raphael con Imperio Argentina… Poder sacar del corredor de la muerte a una persona fue también una labor en televisión al crear una corriente solidaria para conseguirle una buena defensa. Yo también soy esa. O como cuando conseguimos 500 millones de pesetas para las víctimas del huracán Mitch. Te puedo asegurar que de la gente percibo mucho cariño.

C. ¿Qué falló en ese programa?

N.H. Que no me escucharon. Estábamos más de cien personas, Olga Viza, Lobatón… Al cuarto de hora de comenzar, mi equipo sabe que empecé a despotricar, a soltar tacos que jamás he dicho. Quería irme a negro, y nadie me hizo caso. Cada uno tiene que asumir sus cosas, pero si somos justos, mis jefes saben que a los minutos de empezar pedí que adelantaran el programa de Pedro Ruiz, con la mala suerte de que estaba grabando. No podía respirar, tenía un pueblo entero allí sentado…

C. ¿Cómo ve hoy las crónicas de sucesos en televisión?
N.H. Ocupan muchísimo espacio en determinadas franjas horarias, incluido el prime time. Es verdad que en televisión todo es muy criticable, pero no es menos cierto que en papel y radio también esas historias llenan su espacio.

C. Es madre de dos hijas universitarias que no parece vayan a seguir sus pasos como periodistas...

N.H. La mayor está acabando Derecho y ADE, en Icade y la segunda hace ADE en inglés. Me hace gracia que para esta última su ídolo sea, desde muy niña, la empresaria Rosa Clará. Les gustaba el Periodismo, pero les hablé y les avisé si estaban dispuestas a sacrificar toda su vida por el trabajo.

C. Lleva 15 feliz con su marido, Guillermo Mercado. ¿Siente no haber tenido hijos con él?

N.H. Sí, pero las niñas eran muy pequeñas y pensé que iba a distorsionarlas con otro niño y me gusta atenderlas. Las he llevado siempre muy de cerca y me siento orgullosa de saber lo que piensan y de ellas. Tienen los pies en la tierra, no son nada consumistas y son muy sensatas. Sí es verdad que me ha faltado tiempo, y el poco que dispongo es para ellas.


Fuente: mujerhoy.com

Alicia: La Reina del Dakar

Alicia terminó la prueba más dura del mundo. La catrielense fue pura emoción en Valparaíso, Chile.

Algunos afirman que los sueños suelen ser más reales que la misma realidad. Hace varios años, pocos se imaginaban que el Dakar podría desembarcar en estas tierras (luego de tener que abandonar África) y causar toda una revolución, impensada hasta por los más optimistas. En ese 2009, miles de personas se acercaron a ver de qué se trataba esta carrera con tanta historia. Entre esos miles estaba Alicia Reina, quien en voz baja se animó a comentar que alguna vez le gustaría correr esta prueba, aunque incluso para ella todo sonaba a una gran utopía.

Pero… a veces hay que tener el coraje de perseguir los sueños para que éstos se hagan realidad. Con el empuje de su marido Adrián (Chingolo, como todos lo conocen), de a poco el proyecto Dakar tomó forma. Eso de ser la primera y única mujer argentina en participar del Rally Dakar como piloto sonaba bastante bien; aunque con eso solo no alcanzaba para esta piloto que hace años compite en el Rally Argentino. La familia (dueña de un corralón) debió realizar un gran esfuerzo económico (llegaron a organizar una rifa con una camioneta como premio) para cerrar el presupuesto. 

Luego recibieron la ayuda de la rama de Mujeres Empresarias de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), quienes decidieron apoyarla en esta difícil travesía, ya que la comerciante PYME representaba la superación de la mujer en un ambiente deportivo históricamente dominado por los hombres.

Y así fue. Con la compañía de Dante Pelayo (su navegante) dio muestras de valentía, de no bajar jamás los brazos a pesar del sinnúmero de obstáculos que la prueba más dura del planeta presenta en cada edición. De hecho, los grandes referentes no dudaron en calificar a este Dakar como el más duro de los realizados en Sudamérica. Pero poco importó para estos rionegrinos, quienes no tuvieron problemas en pasar noches enteras en el medio del desierto, soportar temperaturas extremas, tener que detenerse horas y horas para solucionar problemas mecánicos en su Toyota Hilux N°444 o pasar jornadas con escasas horas de descanso. Las ganas y la pasión (tal cual es el nombre del equipo: Pasión Rally) siempre pudieron más que cualquier otra cosa.

Vehículo de Alicia
Incluso esta mañana, cuando tras completar la Etapa 12 arribó recién a las 8:30 al campamento de La Serena y rápidamente debió salir a largar la última especial. Con la única misión de llegar, Alicia tuvo que mantener la concentración en los 157 kilómetros de extensión para no quedarse en las puertas de la gloria. Empleó 3h07m12s para ubicarse en el puesto 57° a 1h10m05s del sudafricano Giniel De Villiers, quien con su Toyota fue el más veloz. En la general, la victoria quedó para el español Nani Roma con el MINI oficial, mientras que Reina se posicionó 60° en el clasificador.

Aunque el puesto final quedará como una anécdota. Terminar y subir el podio final de Valparaíso (Chile) eran sinónimo de victoria para esta mujer de 40 años y madre de dos hijas (Florencia y Carla) que hace un tiempo se ilusionó con correr un Dakar. El 2013 fue un año de mucho esfuerzo, de prepararse para la ocasión (entre otras cosas, disputó algunas fechas del Cross Country argentino, como el Desafío Ruta 40 en el que terminó décima) con el único objetivo de encontrarse con ese final de película que se imaginó más de una vez.

“Escuché historias fantásticas de esta carrera, por lo que quiero protagonizar mis propias aventuras”, declaró en la previa. En estos días Reina dejó una marca que será imborrable: esa de ser la primera mujer argentina en correr y terminar un Dakar como piloto de la clase autos. En definitiva, hizo realidad su sueño y escribió su propia historia.

La palabra de Reina

“Fue muy difícil terminar el Dakar, pero siempre le dimos para adelante. En esto tuvo mucho que ver Dante, mi navegante, que siempre me transmitió seguridad, al igual que el aliento que me llegaba de la gente de Catriel, de 25 de Mayo, mi familia, sponsors, amigos y Adrián, que siempre confió en mí. Todavía no caigo; quedar en la historia de semejante carrera es algo impresionante. Hoy no nos arrancaba la camioneta, pero Dios nos iluminó. 

Esto fue pelearla todos los días, siempre al filo con los horarios de largada, lucharla desde el fondo con esas enormes huellas que dejaban los camiones… Sin embargo, siempre mantuvimos el espíritu de lucha y las fuerzas para seguir, a pesar de que creo que no pasamos más de dos horas en una cama en estos últimos días. 

Anoche pensé que nos quedábamos, porque sí o sí sabía que tenía que pasar las dunas de noche para llegar con tiempo para que el equipo pudiese arreglar la camioneta que fallaba. 
Arribamos hoy a las 8:30 de la mañana recién. Pasábamos de la alegría a la tristeza, pero siempre sentí que llegábamos a Valparaíso”.


Fuente: rocadigital.com.ar

María,103 años de pura vida


  • Esta abuela centenaria es testigo de la historia del siglo XX y narra cómo ha ido evolucionando a lo largo de los años la Costa del Sol.

Fuengirola cuenta con una de las mujeres más longevas de la provincia. El testimonio vivo de esta abuela supone un recorrido a lo largo de los últimos cien años donde a través de sus vivencias y anécdotas relata pasajes de nuestra historia tan importantes como la Guerra Civil o la Posguerra. Toda una vida repleta de trabajo que se ve recompensada con el cariño de su hija, sus nietos y sus vecinos

Todas las semanas va a la peluquería y le gusta ir a la moda. María Cruz es una de las mujeres más longevas de la Costa del Sol y a sus 103 años supone un testimonio vivo de la historia de la ciudad albergando un sinfín de anécdotas de todos los momentos que han marcado el último siglo.

Esta entrañable abuela nació el 26 de septiembre de 1910 en Mijas y siendo una niña se estableció en Fuengirola donde ha pasado el resto de su vida. Esta vecina centenaria nos describe cómo era la ciudad en aquellos primeros años del siglo XX, una estampa completamente distinta a lo que hoy en día conocemos. «Cuando yo era niña apenas existían unas cuantas casas de pescadores rodeadas de campo y desde el molino podíamos ver el Castillo Sohail», asegura.

En aquella época, a los pequeños les daba miedo por las noches la luz del faro que iba iluminando todo el pueblo y se escondían para que no les alcanzara. «Todos nos conocíamos. Éramos como una gran familia y ni tan siquiera sabíamos qué era un extranjero», recuerda María emocionada sobre su niñez. Tanto ha cambiado la estructura de la ciudad que en Fuengirola sólo había un inmueble de dos plantas al que llamaban «Casa Grande».

Pero por desgracia la infancia de esta longeva vecina no fue fácil. En 1918 su madre murió a consecuencia de la conocida «Gran gripe española», pandemia que afectó de manera devastadora al sur de España. «Este acontecimiento me marcó para siempre y tuve que aprender a seguir para adelante sin ayuda de nadie» señala.

Al poco tiempo su padre falleció también y tuvo que entrar a trabajar a una casa de sirvienta. «Antiguamente era la salida que teníamos los huérfanos y la manera de buscarnos la vida», asegura. Esos años María los recuerda como un tiempo de mucho trabajo y donde las labores que realizaba no estaban apenas recompensadas.

Guerra y Posguerra

Uno de los capítulos que María recuerda con más dolor es, sin duda, la Guerra Civil Española. «Aún tengo el sonido de los aviones sobrevolando Fuengirola y el ruido de las bombas en la memoria. Nunca he pasado tanto miedo como entonces» narra estremecida.

Por aquel entonces continuaba trabajando de sirvienta y todos se mudaron a Mijas a una casa de campo donde aterrados esperaron a que la situación se calmara. Cuando regresaron a su vivienda no quedaba absolutamente nada pues todo había sido saqueado. Al poco tiempo María se quedó sin trabajo y tuvo que dedicarse al «estraperlo». Jabón, café y pimienta eran los productos que vendía y tenía que ir andando hasta Marbella a por ellos. «Íbamos y veníamos caminando. No podíamos arriesgarnos a que la guardias civil nos pillara», asegura.

Más tarde consiguió un empleo en una pensión donde estuvo más de tres décadas trabajando como cocinera. «Mi vida no ha sido fácil y he trabajado mucho para poder darle lo mejor a mi hija en aquellos años tan complicados», señala. María ha dedicado toda su vida al trabajo y asegura que «esa fuerza que sacaba para seguir adelante es la que ha hecho que se mantenga con salud durante tantos años»

La reina de la casa


Actualmente María vive rodeada del cariño de su hija, sus nietos y sus bisnietos. Ella sola se asea todos los días y prepara sus cosas. Le gusta mucho cocinar y muchas veces sorprende a su familia con deliciosos platos.

Pero María, a pesar de su edad, es una mujer muy presumida. Intenta ir una vez a la semana a la peluquería y cuida mucho de su aspecto físico. Lo que más le gusta es hacer croché y se sienta cada tarde en su ventana a tejer sin ni tan siquiera utilizar gafas. «Me encanta hacerle colchas y cojines a mis nietos. De esta manera todos podrán tener un recuerdo mío y yo así me siento feliz», apunta.

María asegura que su secreto para estar tan bien pasada la centena es el trabajo duro y las largas caminatas que desde siempre han formado parte de su día a día. «Siempre que puedo salgo a andar. Incluso en la casa me cojo a veces el andador y voy por el pasillo. Hasta ahora soy autosuficiente y eso me hace sentir bien», concluye María mientras hace ganchillo.


Fuente: laopiniondemalaga.es

Isabel Allende: "Escribo con honestidad"

  • Para Isabel Allende, el bosque, el agua, los puentes, los veleros, las gaviotas y, a veces, el manto misterioso de la bruma de la ciudad californiana de San Francisco es el escenario ideal para una novela policial. 
  • Ahí, en la ciudad de la cual quedó prendada hace 26 años, ha decidido ambientar su nueva novela: El juego de Ripper, una historia que rebosa sangre página tras página y con la cual la autora debuta en el género de la novela negra.
Como todas sus obras, comenzó a escribirla un 8 de enero en el “cuartito” que está al fondo del patio de su casa en la famosa bahía estadounidense.
En ese ya famoso “cuchitril”, como suele llamarlo ella, lleno de libros y retratos de su familia, se sentó frente a su imprescindible computadora iMac y, con los dedos sobre el teclado, dio rienda suelta a la imaginación para narrar descarnadamente una ola de crímenes en San Francisco.

Frente a la pantalla y con las gafas puestas, volaban sus dedos para dar vida a su nueva protagonista, Amanda Martín, una joven de 17 años, inteligente y brillante, maestra del juego de Ripper, y otros personajes que serán una delicia para sus consecuentes lectores y para quienes deseen adentrarse en esta aventura detectivesca con el fiel estilo de la autora chilena. Y es que si bien el horror y un sinfín de hechos sangrientos plenan cada capítulo, la historia tiene lo pintoresco, lo inverosímil, lo humano, lo íntimo, lo personal, lo místico y lo distintivo de Isabel Allende, un hecho que solo hace querer devorarla.

—¿Cómo nació la idea de escribir una novela policial, un género que no había explorado antes?
—No fue idea mía sino de Carmen Balcells, mi agente en Barcelona, quien nos pidió a mi marido, Willie Gordon, y a mí que escribiéramos una novela a cuatro manos. Él escribe novelas de detectives solamente, pero yo podía acomodarme y me pareció una aventura divertida. Pronto Willie y yo nos dimos cuenta de que sería imposible trabajar juntos en un proyecto así, él se fue a su pieza a empezar su sexta novela y yo a la mía a intentar la primera.

—¿Recuerda cómo fue el 8 de enero en que comenzó a escribirla?
—Ese día fue como todos los 8 de enero. Me levanté temprano, medité un rato, tomé café y me fui a mi casita al fondo del patio a escribir. El día anterior había preparado la casita con flores y velas nuevas, había quemado una ramita de salvia para espantar a los malos espíritus y llamar a los buenos, tenía mis diccionarios listos. Entretanto, Willie veía las noticias en la televisión de lo más calmado, eso confirmó el hecho de que no íbamos a poder trabajar juntos. Pasé el resto del día escribiendo y en la noche, a la hora de la cena, vi a mi nieta Andrea jugando sola en la cocina con naipes y dados. Me explicó que no estaba sola, estaba jugando en línea con cuatro amigos un juego llamado Ripper, que consistía en atrapar al famoso asesino en serie de Londres, Jack El Destripador. Me permitió jugar con ellos y así se me ocurrió el título de la novela y la idea de que mis “detectives” fueran unos chicos jugando.

—El plan no funcionó ni 24 horas. ¿Qué anécdota puede compartir de la experiencia?
—Willie escribe a mano en bloc amarillo, en inglés, con una capacidad de atención de 11 minutos y no tiene necesidad de investigar nada, porque sus novelas están situadas en San Francisco en los años 60, un lugar y una época que conoce muy bien. Yo escribo directamente en la computadora, en castellano, durante un promedio de 11 horas diarias e investigo cada libro a fondo, porque cuando se trata de crear un ambiente o unos personajes prefiero tener el máximo de información posible. Por supuesto que tan pronto empezamos a lanzar ideas sobre un posible argumento para el libro común terminamos peleados. Willie dice que yo soy muy mandona en la vida cotidiana y cuando se trata de escribir me convierto en un coronel nazi.

—Contó que tomó clases de medicina forense para construir la novela...
—No tomé clases de medicina forense, pero asistí a una conferencia de escritores de novelas policiales, donde aprendí, entre otras cosas, lo básico de medicina forense y me hice amiga de un patólogo que me ayudó en la investigación. La experiencia fue muy curiosa. En la conferencia había estudiantes y profesores, que eran detectives, forenses, policías, expertos en armas, etc. Los estudiantes eran en su mayoría mujeres, gente madura, encantadora, que solo se interesan en asesinatos.

—Personajes complejos como Zarité la han desvelado y más... ¿Qué impacto tuvieron Amanda y Bob Martín en su vida?
—Mientras escribo una novela vivo íntimamente con cada personaje. Mi nieta Andrea me sirvió de modelo para Amanda Martín y un policía de San Francisco para Bob Martín, pero ellos solo me dieron una idea vaga de los personajes que necesitaba para la historia. Mi trabajo consiste en imaginar cada personaje y meterme bajo su piel, convertirme en ellos, vivir sus emociones y sus vidas. Lo bueno es que, una vez que termino el libro, me despido de los personajes y muy pronto se me olvidan.

—Con esta novela rompe sus propios esquemas. ¿Cómo cree que tomarán este giro de estilo sus lectores habituales?
—Francamente, no puedo angustiarme pensando en cómo será recibido el libro por los lectores o los críticos. Escribo lo mejor que puedo, con la mayor honestidad y gusto, y una vez que el libro se publica ya no me pertenece. Mis fieles lectores no me han abandonado por más de treinta años, pero eso no me garantiza que aceptarán el nuevo libro, ya que todos mis libros son diferentes. La única vez que repetí una fórmula fue en una trilogía juvenil, El águila y el jaguar, porque el género lo requiere.

—La hemos visto interactuando en Facebook. ¿Cómo han cambiado las redes sociales su relación con los lectores?
—Mi hijo Nicolás y una amiga Sarah me ayudan con las redes sociales, porque mantenerlas al día requiere mucha dedicación. Ellos me convencieron de que no se puede vivir en estos tiempos sin estar conectada a estas nuevas tecnologías. Me he llevado una gran sorpresa al comprobar que en muy poco tiempo hemos alcanzado más de 880.000 seguidores en Facebook. Me siento muy cerca de los lectores porque se comunican conmigo permanentemente, pero esa relación puede llegar a ser muy absorbente, debo tener cuidado de mantener privacidad y espacio para poder seguir escribiendo.

—¿Qué valoración hace de los libros en formato digital y la popularidad que han ganado?
—El formato digital es ideal para viajar, yo lo uso mucho, pero todavía existe el placer de tomar un libro en las manos, sentir su peso, olerlo, acariciarlo, prestárselo a alguien. Creo que el futuro es digital, la gente joven tiene miedo del papel, está acostumbrada a la pantalla, y además ya no se justifica destruir bosques para hacer libros, pero cualquiera que sea el medio, el contenido no cambia. La humanidad siempre va a necesitar que le cuenten historias.

—¿Qué espera Isabel Allende del 2014?
—Seguir escribiendo sin apuro y con alegría.

—¿Cree que llegará a publicar la novela erótica que ha esperado escribir?
—Siempre he dicho que escribiré una novela erótica después que se muera mi madre, pero la buena señora sigue viva, tiene 93 años, y creo que es inmortal.


Fuente: panorama.com.ve/

miércoles, 15 de enero de 2014

Rihanna revela que de adolescente los chicos ni la volteaban a ver

Realiza una campaña para la revista ‘Vogue’ de Brasil y confiesa no haber sido de interés masculino cuando era adolescente.

Rihanna es una de las mujeres más sexuales y deseadas del mundo, pero no siempre fue así y, sobre todo, en la adolescencia de la barbadense cuando los chicos de su país ni siquiera la volteaban a ver.

La estrella del pop de 25 años reveló a la revista Teen Vogue que durante su adolescencia los chicos no estaban interesados en salir con ella.

“No tenía permiso para tener citas. Cuando tenía 13 años mi mamá me dijo que me olvidara de ese tema, al menos hasta que tuviera 16. Cuando llegué a esa edad cambió por completo el discurso, diciendo: ‘nunca dije eso, la verdad es que no vas a tener novio hasta los 40′.

“Tampoco me importaba mucho, porque ningún chico estaba interesado por mí en esos tiempos”, confesó Rihanna.

Explicó que el problema no sólo era su estricta madre, sino que también su aspecto físico, lo que la llevó a tener ciertos problemas de autoestima.

“La verdad es que tenía la peor combinación posible para una chica de esa edad. Siempre tuve complejos por mi escaso pecho, ya que no lo compensaba con un cuerpo especialmente exuberante. Pero lo peor eran las ronchas que me salían constantemente por culpa de los mosquitos”, relató.

Anda ‘topless’ en Brasil

Recientemente, Rihanna realizó una producción muy sensual, en topless (pero con un protector en los pezones), en la paradisíaca isla de Angra dos Reis, en Brasil, para la reconocida revista Vogue, que el diario Daily Mail publicó del backstage.

En los últimos díasla intérpretete caribeña ha sido noticia porque grabó junto a Shakira la canción Can’t Remember To Forget You, el primer single del nuevo disco que lanzará la artista colombiana luego de ser mamá.

“Ella es la chica más linda del planeta. Y al final del día somos, básicamente dos chicas caribeñas. La química fue tan buena… Ella me enseñó pases de baile. Fue una profesora muy dulce”, afirmó Shakira sobre Rihanna en una entrevista.

(Excelsior)

domingo, 12 de enero de 2014

Cuatro historias de mujeres que no se desnudan ante sus maridos

  • Timidez e incomodidad con su aspecto físico explican este comportamiento que en algunos casos se extiende por años
¿Qué puede llevar a una mujer a ocultar su cuerpo? ¿Es sólo falta de autoestima? ¿Cómo reaccionan los esposos frente a sus parejas que cubren su humanidad?

La realidad es fuerte y siempre supera la ficción. Al menos esto es lo que muestran los 4 casos que fueron recogidos por el periódico inglés Daily Mail, para dar a conocer este peculiar escenario matrimonial, que se da a puertas cerradas.

El argumento común, que se deduce, es la alta disconformidad que tienen las mujeres con sus cuerpos después de estar embarazadas o sufrir algún cambio que incidió en su peso.

Es que los kilos de más, la falta de dieta, ejercicio y un buen terapeuta que la haga entender la naturaleza y temporalidad de los cambios físicos, hacen que ellas quieran ocultar su cuerpo y no dejar que nadie las mire. La idea de fealdad y sentir adefesio sexual es constante.

Ahora, ¿qué pasa con la intimidad? Si sigue, será igual a como tenían sexo en la época medieval, a oscuras y con camisón de por medio.

Las duras historias

“Mi marido nunca me ha visto desnuda”, declaró la inglesa Leigh Martyn Thomas, profesora de canto de 38 años, casada con Gethin pero juntos hace 19 años, tienen dos hijos, de 12 y 10.

“Sufro de timidez y odio todo mi cuerpo. Sé que cuando un marido mira a su esposa, está mirando a la mujer que ama, la madre de sus hijos, su alma gemela y amante. Y que no busca la perfección, pero cuando me miro al espejo lo que veo son imperfecciones”. ¿Cuáles son éstas? Se refiere a los rollos de grasa, celulitis y las marcas del tiempo donde la fuerza de gravedad es implacable.

“Soy una persona que vive a dietas yo-yo. No recuerdo haber estado a gusto con mi cuerpo. Aunque estuve delgada un tiempo nunca me ha gustado la forma que tengo. Mis piernas son cortas, llenas de celulitis y tengo una cicatriz bien poco atractiva que me dejaron las cesáreas por donde nacieron mis hijos”, declaró.

A la hora de dormir, espera que su esposo Gethin se vaya a lavar los dientes para ponerse el camisón, y por las mañanas, optó de frentón, por pedirle que la deje vestirse sola. “Tenemos vida sexual, pero siempre uso mi camisón. Y la veces que he estado desnuda, he vendado los ojos de mi esposo para sentirme más relajada. Por suerte, él es un hombre fácil de llevar y dispuesto a ir donde yo quiera”, comenta.

Sin embargo, dice que siente como si lo estuviera perdiendo porque constantemente siente que le oculta “algo”, pero no por eso lo va a dejar verla desnuda. ¿Qué opina su marido?

“Me gustaría que las cosas fueran diferentes, no para mí, sino para ella. Creo que sería una persona más feliz si pudiera amar y aceptar su cuerpo. Quisiera que ella misma se viera a través de mis ojos. Para mí, ella es la mujer más bella del mundo. He pasado años tranquilizándola y tratando de persuadirla que se relaje delante de mí, pero ahora me doy cuenta de que eso es inútil”, declara.

El esposo admite que es muy raro que nunca la haya visto desnuda, pero a pesar de esto, está seguro que tienen una relación muy feliz y satisfactoria.

El primer bebé

Tiene 32 años y con la llegada de su primer hijo, decidió esconder su cuerpo con capas de ropa y pijamas mata pasiones. Su nombre es Jennifer Webb, de 32 años, quien vive con su compañero Chris, de la misma edad.

“Me siento como si estuviera en el cuerpo equivocado, me miro y no puedo creer que sea realmente yo. Ahora soy talla 42, cuando antes era 36 y tengo rollos de grasa en el estómago y estrías horribles en mis muslos. La gente en la calle cree que estoy embarazada de mi segundo bebe y me dan ganas de llorar”, confiesa.

Antes de quedar embarazada, dice que le gustaba usar trajes diminutos e incluso alguna vez, posó desnuda en un taller de dibujo. Pero ahora, no puede soportar que Chris la vea. “No me siento como la mujer que él se enamoró. Por las noches, me pongo pijama antes que él llegue y para tener sexo, necesito mucha persuasión. Últimamente estoy evitando darle besos porque tengo miedo de ir más allá. Pero no me resigno, quiero que mi hijo crezca para tener más tiempo y volver hacer ejercicio, dieta y que mi cuerpo vuelva de nuevo. Solo así dejaré de esconderme del hombre que amo”.

Frente a esta situación, su pareja dice que cuando mira a Jennifer, ve a su mejor amiga, la mujer que ama y la madre de su hijo. “Para mí el cómo esté su cuerpo es irrelevante porque la quiero como persona. Me siento impotente, porque nada de lo que digo, la hace sentirse mejor consigo misma. La entiendo y nunca la presionaré a hacer nada que no se sienta cómoda”, cuenta esperanzado y cruzando los dedos para que ésta sea una fase temporal.

La menopausia

Para la británica Angela Landes, de 55 años, la menopausia es la culpable de su baja autoestima. Vive con su marido Sidney, con quien tuvo 3 hijos.

“Después de 35 años de matrimonio, mi pobre marido no puede entender por qué me he vuelto tan tímida con mi cuerpo. Estamos juntos desde que tenía 16 y él conoce cada parte de mi. Solíamos estar desnudos uno frente al otro , incluso después de tener a nuestros hijos. No estaba muy contenta con mi cuerpo pero podía lidiar con esa forma y mi timidez, pero todo cambió hace menos de dos cuando dejé de fumar y me llegó la menopausia, subí más de dos kilos”, confiesa.

Cuenta que por primera vez en su vida tiene panza, sus pechos están caídos y su trasero se ve plano. Su amado esposo insiste en decirle que la ve como la joven que conoció en la adolescencia. Pero nada.

“Me despierto antes de que él se vista y espero a que se haya ido a la cama para desnudarme. Y cuando lo hacemos las luces deben estar apagadas”, añade. Frente a esta situación, su esposo Sidney no comprende qué le pasó, pero dice que la quiere como es.

“Tengo que respetar sus deseos y no hacer una gran escándalo. Me encantan sus curvas pero ella es infeliz con los kilos que ha ganado. Creo que debiera aceptar su cuerpo, porque es natural que cambie. Ahora yo me siento igual de atraído por ella tal como cuando nos conocimos hace 40 años”, la alienta.

Autoestima baja

Otro caso es el de Sam Green de 40, quien tampoco ha permitido que su marido Stuart, la vea desnuda. Su caso es también especial, bajó de peso, pero su transformación física no alcanzó para subir su autoestima.

“Hice una dieta y reduje 5 tallas pero me siento más reacia que nunca a dejar que me vea desnuda. Me da mucha vergüenza. Llevamos más de 10 años juntos y en el pasado nunca fui tan tímida, pero después de los embarazos y desde hace 3 años, lo que veo me disgusta y no puedo dejar que él me vea así”, admite.

Confiesa que siente mucha rabia con ella misma porque después de la dieta apareció la piel suelta en la zona del estómago y en los brazos. “El pijama me lo pongo en el baño y cuando tenemos sexo sólo es con luces apagadas y bien tapados”, explica.

Su esposo dice que le encantaría que su mujer estuviera orgullosa de sí misma. No la presiona y espera que algún día retome la confianza con su cuerpo.

“Ninguna esposa debe sentirse tan cohibida frente a su marido, pero entiendo que no podemos ayudar en cambiar estas obsesiones. Su pérdida de peso ocurrió tan rápido que no me sorprende que su autoestima necesite más tiempo para ponerse al día. Por mi parte, estoy dispuesto a esperar”, declara Stuart.


Fuente: el-nacional.com