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jueves, 23 de abril de 2015

Escalofriante relato de mujer que fue torturada por su expareja

FAJARDO - Con cierta timidez, la mujer de blusa roja y cabello corto se acomodó en la silla frente a la cámara que transmitió su imagen a través de dos monitores ubicados en la sala 205 del Tribunal de Fajardo.
Mordió sus labios nerviosamente por unos segundos, pero cuando la fiscal Marieli Rosario Figueroa inició su turno de preguntas, testificó en detalle sobre el horrendo patrón de maltrato físico y psicológico que sufrió a manos de su expareja Miguel Córdova Villodas.

Su testimonio forma parte de la vista preliminar que se sigue contra Córdova Villodas, primera persona acusada por un cargo de esclavitud o servidumbre involuntaria, además de siete cargos por restricción a la libertad, 10 por maltrato psicológico, 14 por violación a la Ley de Armas, una por maltrato agravado en la modalidad de lesión mutilante y tres por maltrato mediante amenaza.

Bajo el sistema de circuito cerrado, la mujer de 34 años declaró que desde el inicio de la relación, que duró un año y seis meses, el hombre exhibió un comportamiento posesivo, que la llevó a dejar su trabajo de oficinista en el Departamento de Hacienda.

Con palabras sencillas y en ocasiones sollozando, describió un patrón de maltrato que contempló limitar sus salidas de la casa, mutilar su cuerpo y agredirla físicamente con medias llenas de jabones, palos de escobas y cables eléctricos, por un periodo que se extendió de abril del 2012 hasta enero del 2014.

Contó que el primer incidente donde su expareja la agredió con la media de jabones ocurrió entre abril y junio de 2012 cuando vivían en Fajardo Gardens.

Relató que, a eso de las 2:00 a.m., el hombre le indicó que iban a salir y que llegaron a un lugar donde había una cuesta.

"Me pidió que me bajara y me puso recostada contra el carro y empezó a golpearme con la media en la parte baja de la espalda... Simplemente me gritaba y me decía que me iba a dejar paralítica", apuntó, mientras la jueza Ada López Santiago tomaba nota.

"Porque tenía miedo de que me hiciera algo más y porque me había dicho que iba a matar a mis hijos uno a uno frente a mí", agregó sobre la razón para no presentar resistencia al maltrato.

Afirmó que el hombre la golpeó con los jabones en múltiples ocasiones, pero que en un incidente en específico, cuando vivían en la casa en Ceiba, trató de repeler el golpe con el brazo izquierdo recibiendo una lesión tan seria que el hueso de la muñeca se le brotó.

"Me empezó a doler el brazo, no podía ni coger ni un plato", señaló al tiempo que mostró el brazo donde se observaba la protuberancia en la muñeca.

En otras ocasiones, cuando estaban en la alcoba, el hombre la instruía a que se pusiera boca abajo y que mordiera la almohada mientras la golpeaba con un cable eléctrico o el palo de una escoba, hasta que se lo rompía en la espalda.

Señaló también que luego de sostener relaciones sexuales con el hombre, éste la pateaba y la escupía. Narró que también le profería insultos verbales luego de los encuentros sexuales.
Narró que, en una ocasión, el imputado, bajo amenaza, la obligó a masturbarse y le tomó fotografías y un vídeo con su teléfono celular.

"Me dijo que me quitara la ropa. Me dijo que me iba a sacar fotos y un vídeo por su seguridad. Que lo iba a mantener en un email y que un amigo tendría la contraseña", apuntó la mujer, cuyo nombre no se divulga por tratarse de un caso de violencia de género.

La mujer explicó que su victimario insistía en saber la identidad y la cantidad de hombres con los que había sostenido relaciones sexuales en el pasado y, como pensaba que ella le mentía al responder esa pregunta, la agredía continuamente.

Como parte de su testimonio, señaló que tenía un celular bloqueado que solo le permitía comunicarse con Córdova Villodas y que durante el día le mandaba textos informándole sus movimientos en la casa.

"Me decía que no saliera del cuarto porque había algo que había hecho y él iba a saber si había salido", apuntó sobre su razón para no abandonar el cuarto sin autorización.

Además, contó que una ocasión su expareja la amenazó con quemarle los senos “para que no estés con nadie más". Posteriormente llegó a la casa con una antorcha de queroseno y una espátula de metal de bizcocho.

"Me sentí triste y empecé a llorar porque sabía que iba a hacer lo que me había dicho, que me iba a quemar", indicó llorando.

Entonces la mujer contó que unas siete ocasiones en que el hombre la despertó a las 2:00 a.m. y le pidió que se pusiera calzado deportivo para ir al Yunque. Una vez en el lugar, Córdova Villodas estacionaba el vehículo cerca de una cascada. Según la mujer, su expareja la amarraba con una soga al asiento de pasajero y luego el hombre procedía a calentar la espátula con la antorcha, con la que le llegó a quemar la nalga izquierda y los senos. Después le quemó los muslos y en dos ocasiones la quemó en su área genital.

Cuando la mujer identificó las fotos que le tomó la Policía cuando escapó el 31 de enero de 2014 y las mostró a la jueza, se podían observar las cicatrices y mutilaciones en su cuerpo.

También indicó cómo en una ocasión comió una cuchara con excreta porque el hombre, de 36 años, se molestó por unos mensajes que había recibido a una cuenta de correo electrónico.

Señaló que nunca recibió asistencia médica para las lesiones que recibió, pero que el hombre le compró una muñequera cuando le lastimó la mano y crema luego de causarle las quemaduras en el cuerpo. Dijo que, pese a todo el maltrato al que la sometía a ella, el hombre trataba bien a sus hijos.

Finalmente, la mujer decidió abandonar la relación el 31 de enero de 2014 porque ese día el imputado, antes de salir a dejar los hijos de ella con su padre, le dijo que estaba aborrecido y que cuando regresara atendería la situación.

Contó que salió de la casa por el hueco del aire acondicionado porque no tenía llaves de las puertas y rejas. Caminó por el monte hasta que, eventualmente, una mujer la ayudó y llamó a la Policía.

En el salón de sesiones, Córdova Villodas clavó sus ojos en el monitor. Durante la mañana, lució serio e inexpresivo. Pero en la tarde, su rostro se veía medio rojizo y en la mano aguantó una bomba de esas que se usan para personas con asma.

El acusado cometió los actos que se le imputan mientras cumplía una probatoria por otro caso de violencia de género.

Entretanto, en el contrainterrogatorio, la abogada Nélida Negrón Cruz, de la Sociedad para la Asistencia Legal, quien comparte labores con el licenciado Arcelio Maldonado Avilés, siguió una línea de preguntas para tratar de establecer que la mujer, que trabajó 12 años en Hacienda, consintió a la relación de maltrato porque le gustaba el dolor.

También insistió en que la mujer, supuestamente, tuvo múltiples ocasiones para escapar al supuesto maltrato, pero que no lo hizo. Mencionó las veces en que manejó el carro sola con sus tres hijos y una ocasión en que la arrestaron por una situación con la pensión alimentaria y el imputado prestó la fianza.

La vista continúa el próximo 14 de abril. Ese día debe concluir el contrainterrogatorio. También declarará un perito en quemaduras.

miércoles, 22 de abril de 2015

Casos reales: Mi novio me ha pedido un tiempo

Recibimos este caso en nuestro correo. A ver que opinan !

Hola buenas, recurro a esto porque no tengo a quien acudir y estoy desesperada. Resulta que llevo dos años y medio de una relación buenísima con mi novio, hemos sido super felices, super enamorados y hemos echo millones de cosas juntos.... 

He sentido cosas junto a el que ni siquiera pensé que existirían, los dos somos jóvenes, tenemos 22 años pero yo tengo las ideas muy claras, estoy enamorada de el y quiero que el sea siempre mi chico.
El problema es que llevamos un par de meses o 3 de peleas constantes, muchas por mi culpa, otras no, pero eso ha llevado a que pasemos horas y horas hablando de nosotros, de que tenemos que mejorar, de que queremos estar juntos.....

Pero hace justo una semana tuvimos una discusión totalmente absurda pero que para el fue la gota que colmo el vaso. Me dijo que estaba muy agobiado, que sentía que no podía hacer ningún plan sin mi y que yo me mosqueara, que estaba desilusionado y apático conmigo, y que no podía estar así de momento. 

Que me quiere mucho, que no se ha desenamorado de mi pero que necesita un tiempo para volver a estar bien y entonces estaremos bien nosotros. 
Estuve llamándolo, llorando, persiguiéndole, y lleva 5 días sin saber absolutamente nada de mi, pero ya empiezo a pensar que todo es mentira, que me ha dicho eso porque no se atreve a decirme la verdad (que no me quiere ya), que se ha liado con otra de la cual yo tenia mucha sospecha....

O si pensar que debo confiar en el y darle el tiempo que me ha pedido, pero es que cada vez que pienso eso automaticamente me digo: te estas engañando, esto se ha acabado. 
No puedo estudiar, no puedo dormir, y vivo constantemente con un ataque de nervios.  

Estoy muy muy desesperada y conteniendome las ganas de llamarlo para decirle que deje de reirse de mi y que no me vuelva a mirar a la cara en su vida.
Que puedo hacer????

Que respuesta le dan a esta chica?

Respuesta (consultorio psicológico)

El tiempo es un factor importante en las relaciones personales, un factor que muestra que los ritmos de uno no se adaptan a la perfección a los ritmos de otro. Así ocurre por ejemplo, cuando tu novia te dice que necesita tomarse un tiempo en el que ambos estéis distanciados. Existen hombres que ante esta petición, en lugar de respetar el espacio de su pareja, tienden a invadirlo al caer en la insistencia. En ese caso, la otra persona se cierra todavía más ante la idea de una posible reconciliación ya que no ha podido tener ese tiempo que buscaba para pensar, reflexionar e incluso, para echar de menos. ¿Qué hacer cuando tu pareja te pide un tiempo?

Respeta ese tiempo y su espacio

Un paso importante es que te centres en ti mismo y continúes con tu vida. Sin duda, te costará un esfuerzo importante no mantener el contacto con tu pareja. Para lograrlo, puedes centrarte en ocupaciones inmediatas y en objetivos a corto plazo. Por otra parte, es muy recomendable contar con un amigo cercano con quien poder hablar tranquilamente sobre los miedos, dudas e inseguridades que pueden producir cierto grado de impaciencia y desesperanza.

Escucha de una forma abierta los motivos de tu pareja y no hagas segundas interpretaciones. Por ejemplo, no asocies esta medida con la ruptura definitiva porque puede que no sea así.

Mi primo me acosa.

En semana santa, mi papá me llevo a pasar los días a casa de mí tío. Mientras, el y mí mamá se iban de viaje y mi hermana a casa de la abuela. Yo pedí que me dejaran a casa de mi mejor amiga pero estos no accedieron así, que me dejaron en la ciudad que vive mí tío con su esposa mi primo que tiene 16 y mi prima de 21.
Al principio yo cuando llegue estaba demasiado incomoda puesto que, teníamos como 6 años sin verlos y eran desconocidos para mí pero, mi prima me hizo sentir como en casa y me uní demasiado a ella, el primer día era maravilloso andar con ella, y todavía mi primo no había llegado, ya que la noche anterior había dormido a casa de unos amigos y yo llegue temprano por la mañana así que aún no estaba en casa.

Cuando volvímos de recorrer el centro comercial mi prima y yo, el ya estaba y estaba muy cambiado de la última vez que lo había visto en persona, osea no es que estaba pero si bastante atractivo, sin embargo yo nada que ver porque somos primeros y eso pues.

Cenamos todos juntos mis tíos se fueron a dormir y yo me quede hablando con mi prima y el hasta la madrugada riendo, charlando en fin, estaba muy a gusto con ellos, no me arrepentía de estar ahí. Habían pasado cuatro días y cada vez estaba más y más feliz ya que les tenía muchas confianza a mis primos hablábamos de todo y hasta experiencias que nos han pasado, si tengo 13, pero lo poco que he vivido, ha sido genial. Mi primo, empezó a agarrar mucha más confianza de lo normal y me abrazaba y a veces bajaba su mano hasta más abajo de mi cadera, yo de inmediato discretamente quitaba su mano de ahí, pero ya se estaba dando cuenta que no me gustaba eso. Esa noche, mis tíos se decidieron dar una noche romántica y decidieron salir a cenar y luego a un hotel, mi prima supo y de inmediato planeo también quedarse con su novio, quedando mi primo y yo solos vimos una película, normal hablamos y luego
le dije: chao primito, quiero dormir. 

Y me dijo: ¿Pa' qué? Vamos a dormir juntos, yo reí puesto que es un bromista pero al rato repetí lo mismo y hizo caso omiso yo me paré de la cama, ya algo molesta y abrí la puerta.
le dije: en serio, quiero dormir, hasta mañana, dije sería y me volví a acostar boca abajo, el se paró de la cama cerro la puerta y apago la luz, por supuesto pensé que se había ido pero de repente siento, que alguien se sienta, en mi trasero y empieza a saltar y yo me voltee rápidamente como y lo veo

Entonces le grite: ¡¿Qué te pasa?! ¡¿Eres loco es?! - el seguía hasta que yo lo empuje. ¿Qué te sucede?, el estaba tan tranquilo como si no hubiera pasado nada y me tomó de la cintura y me tiro en la cama, encima de mí 
me dijo: ¿Qué pasa primita? Ah, ¿Nunca te has jugado así con ninguno de tus amiguitos? Porque no te voy a creer
y yo: ¡No! Porque primero esa metedera de mano a mí no me gusta, y segundo esa vaina es de ... yo lo iba a empujar pero no podía, porque me sujeto toda ¡Ya me estaba desesperando! Porque me estaba tocando toda y me había mordido el cuello
me dijo: hay pero juegos entre primos se pasa ¿O no? 

grite: ¡NO SE PASA! ¡Mucho menos se pasa! Porque somos familia es peor
me dijo: hay te estás pareciendo a Irene, en lo amargada
respondí: prefiero parecerme a mi hermana en eso, que ser una ... ¡Ya! Chao de aquí, te pasaste ¡No me gusta este juego!, cuando hablaba toda molesta ahí el con su dedo del medio lo metió por mis partes íntimas y yo de hay saque unas fuerzas y le metí una patada que lo deje privado en el piso del dolor.

Me dijo: ¡Eres una animal! Ngvn de dolor, te pasaste ... decía privado.
y yo: te pasaste fuiste tú ¿Qué te sucede? ¿Te jugaron una mala pasada las hormonas? Porque conmigo no vas a venir a pasarte porque somos familias y yo si me doy mi lugar
el me respondió: hay, pero yo pensaba que te iba a gustar, no que te ibas a poner así...
y yo: gue, búscate otra loca que te haga el favor porque yo no y ya chao de aquí ¡Enfermo!, el se fue todo adolorido de ahí y yo me volví acostar y no pude dormir más en toda la noche, al siguiente día llame a mi papá y le dije que fuera por mí me pregunto que ¿Qué había pasado? Y yo le dije unas mentiras hay para que fuera esa misma mañana, el fue por mí y me llevo a casa de mí abuela, estaba mi hermana pero preferí calarmela a ella e resto de los días que a mi primo el sadico que de broma no me viola, lo borre de fb, pin, msn, etc,etc le conte a mi bff y ella me dijo que exagere pero no se creo que es lo correcto 

¿Ustedes qué opinan? ¿Les ha pasado algo similar?

“Fui el primer muchacho al que ella vio desnudo”

Rogelio y su hermana hermana melliza, Clara, se mudaron a vivir en una mansión ubicada sobre la calle Mariscal López cuando su mamá fue contratada como empleada en esa casa. 

Ellos tenían 3 años entonces y fueron ubicados en un departamentito ubicado en el fondo del patio, sobre la cochera, con una única prohibición: no podían entrar en la casa principal y mucho menos hablar o jugar con las dos hijas de los patrones (Rita, que tiene dos años más que los mellizos, y Sabina, que tiene la misma edad que ellos). En este ambiente explotó el escándalo, el dolor y también ¡el amor!

Los mellizos tenían 14 años cuando las cosas cambiaron para ellos. Es que la esposa del patrón enfermó y la mamá de ellos fue quien no se separó de su lado, así que por primera vez en 11 años, Rogelio y su melliza pudieron entrar en la casa para ayudar con la limpieza, para cocinar, y lavar.

La señora se recuperó, pero viajó a Brasil para internarse quince días en un sanatorio donde debían darle el alta, y llevó con ella a su marido y a la mamá de los mellizos. Fue entonces que Rogelio y Clara se quedaron solos con las dos hijas de sus patrones, y un sábado después del almuerto, Rogelio fue atacado por Sabina y sus cuatro compañera se colegio.

Pasó así: los mellizos estaban limpiando la cocina después del almuerzo, y Clara se fue a dormir pero se quedó su hermano Rogelio. Entonces, la hija del doctor (Sabina) lo llamó para que pedirle que revise la ducha de uno de los baños, y cuando él entró, las compañeras de la chica lo estaban esperando: se le tiraron encima y le bajaron la bermuda para ver su sexo.

EMOCIONADO…
Rogelio logró salir de aquel baño con la ayuda de la hija mayor del doctor (Rita), y de su hermana Clara, pero las chicas lo acusaron a él de querer propasarse con ellas y hasta una de las mamás de las chicas esperó a la dueña de casa para quejarse de “su sirviente”.

Como la dueña de casa no quería que la mamá de Rogelio se vaya de su casa, pero dijo que tampoco podía permitir que él siga ahí, lo que el muchacho hizo fue ir a vivir en casa de sus tíos en Lambaré. Y cuando terminó el colegio, se fue con sus tíos a Santa Catarina, en Brasil, y estudió allá ingeniería electrónica.

El dice que vivió con el dolor de haberse separado de su hermana y de su mamá, pero no volvió y más bien eran ellas las que viajaban junto a él para las fiestas de fin de año. Respecto al amor, tuvo noviecitas pero nunca vivió una relación seria hasta que el año pasado y con 26 años, decidió venir a visitar a su mamá y a su hermana de sorpresa.

Para entonces su mamá ya no trabajaba como empleada sino que tenía una panadería que le regalaron sus ex patrones, y su hermana era maestra y enseñaba en la escuela del barrio. “Llegué y vi estacionado un auto fuera de la casa”, recuerda, pero lo que él ni se imaginó remotamente es que el auto era de Rita, la hija del cirujano que lo había ayudado cuando fue agredido en el baño hacía doce años.

“Toqué el timbre, y salió mi mamá y miró y pegó un grito. Corrió y vino a abrazarme, y me dijo que le tengo que saludar a su visita, y quién es, le pregunté, y me dijo que mejor yo misma veía quién era. Entré en la sala y le vi a Rita y no le reconocí, si cuando yo me fui de su casa ella tenía 16 años; hola, le dije, y ella me dice ¿no me conocés? No sé si fueron su voz o sus ojos, pero ahí me di cuenta de quién era y le abracé. Y enseguida me acordó que durante todo el tiempo que viví en su casa jamás pude ni pasarle la mano”, dice Rogelio.

El metió su mochila en la habitación que su mamá le indicó, y cuando salió ya no encontró a su mamá que se fue a abrir la panadería, así que ayudó a Rita que estaba preparando la merienda para él: “¿qué pasó de vos?, le pregunté, y me dijo que nada, que siempre viene a visitar a mi mamá porque le extrañan mucho en su casa, y me dijo que desde que se separó volvió con sus padres. ¿Te casaste?, le preguntó, y en ese momento ella se dio cuenta de que yo jamás pregunté por ella, porque si no, hubiese sabido. Me dijo que sí, pero que ni siquiera pudo cumplir su sueño de tener un bebé”.

Se sentaron y hablaron como dos viejos amigos: “ella me dijo que toda su vida lamentó lo que su hermana me hizo, y que se alegraba de tenerme ahí para poder decirme eso…”

¿QUERES SALIR?
Rogelio dice que después de la merienda Rita se despidió: “ya salía cuando se dio vuelta y me preguntó si quiero salir esa noche. Bueno, le dije, y me fui a dormir despertándome a las ocho y media de la noche, así que apenas tuve tiempo de bañarme cuando mamá me avisó que Rita ya me estaba esperando. Después, cuando nos subimos en su auto ella me dijo que me convertí en un lindo pendejo, y yo le dije que no, que es ella quien se había convertido en una hermosa mujer”.

De esa cena regresaron a las tres de la madrugada y volvieron a salir el sábado, ya en compañía de la melliza de Rogelio, y el domingo almorzaron todos juntos y después, él y Rita fueron a pasearse a Sanber: “hasta ese momento no tocamos el tema de lo que pasó en el baño, pero eso estaba pendiente así que yo le dije que nunca le agradecí que me haya ayudado. Me miró y me dijo que lloró mucho cuando su mamá me culpó, y que la verdad es que nunca se olvidó de lo que vió; ¿qué viste?, le pregunté, y ella me dijo que yo fui el primer muchacho desnudo que ella vio en su vida…”
“Dormimos juntos…”

Rogelio y Rita pasaron aquel domingo en San Ber, y como bebieron demasiado, decidieron quedarse a pasar la noche en un hotel: “no queríamos pagar dos habitaciones así que nos quedamos en una, nos acostamos y nos dormimos, ya que apenas podíamos mantenernos, en pie. Pero yo me desperté porque algo sentí, y cuando abrí los ojos ella me estaba acariciando”.

Rogelio le preguntó a Rita qué hacía: “le dije que yo tenía que volver a Brasil, que allá tengo mi trabajo, tengo mi vida, y ella me dijo que ya sabe y que por eso mismo quiere que me lleve un recuerdo para que vuelva enseguida, y me besó. Yo no podía rechazarle no por nada sino porque ella siempre me gustó, creo que desde mita’i estuve enamorado de ella, y ese fue el momento que nos dio la vida para amarnos”.

¿SE FUE?

Después de haberse querido en la intimidad, Rogelio volvió a su casa invadido de tristeza: “ese lunes yo tenía que viajar y no quise irme. Rita me pidió que vuelva, que no le deje sola, y se fue. A las cuatro de ese lunes yo viajé a Brasil pero todo fue diferente para mí porque me di cuenta que ese no era mi lugar, y no tiene sentido que vos quieras a alguien y estés lejos de esa persona”, asegura.

A los tres meses, Rogelio ya volvió con una maleta y todas sus cosas: “enseguida conseguí trabajo y Rita se mudó conmigo en casa de mi mamá. Nosotros claro que podemos alquilar o comprar una casita, pero queremos vivir todos juntos porque nos queremos demasiado. Ahora el problema que tengo es con la mamá de Rita, porque ella pretende que su hija vuelva con el ex marido, a mí siempre me vio como la poca cosa, pero yo le perdono porque es la mujer que trajo al mundo al amor de mi vida. Eso le quiero decir a esta señora, que en mi corazón solo hay agradecimiento para ella”, termina diciendo Rogelio.

Fuente: hoy.com.py

sábado, 11 de abril de 2015

El testimonio de una joven argentina acosada por hombres

Una joven argentina narró con detalle a través de un video de Youtube, cómo unos hombres que trabajan en una obra cerca de su casa la acosan e intentan atacarla.
La joven cuenta lo que han hecho los hombres para tratar de acceder a ella y también cómo ha intentado defenderse, ya que "sabía lamentablemente que algo iba a pasar".

Luego de una situación con esos hombres que pudo pasar a mayores, la joven cuenta con indignación que trató de denunciar el hecho y al principio no quisieron tomar sus declaraciones.

También le aconsejaron que no se defendiera como lo hizo en la penosa situación que le tocó enfrentar con los acosadores, ya que ellos podían demandarla por lesiones.

Finalmente la joven hace un llamado sobre la preocupante "cultura de violación", lo poco que hacen por evitar tragedias y la impunidad después de que los crímenes ya están cometidos.