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miércoles, 7 de diciembre de 2016

El doloroso relato de las víctimas de abusos por sacerdotes en Mendoza

A través de dibujos y con testimonios, los chicos sordos e hipoacúsicos contaron a sus familias la pesadilla que vivían.


Los crudos relatos de alumnos del Instituto Antonio Próvolo, los dibujos que realizaban y las señales que mostraban a sus padres siguen generando conmoción. De acuerdo al relato de la madre de una de las víctimas, los obligaban a practicar sexo oral entre ellos. Antes les daban una bebida que "los mareaba”. Todo, según los testimonios, era observado por religiosas, sacerdotes y empleados del colegio ubicado en Luján de Cuyo.

"Mi hijo Joel en la actualidad tiene 20 años. Había que llevarlo el día lunes y retirarlo el viernes”, contó a radio Nihuil Cintia, la mamá del muchacho que fue vejado cuando tenía 10 años.

"Lo retiramos un viernes y él estaba enojado, luego empezó a manifestarse con los días, se empezó a cortar sus piernas y brazos, empezó a manifestar cosas que no hacía antes. Empezamos a ver que dibujaba ojos alrededor y una persona haciendo sexo oral a otra. Yo le pregunté y él me empezó a decir que lo habían obligado a hacer sexo oral a otro chico y otro chico a él, dos veces”, relató la mujer.

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Y agregó: "En el lugar estaba Jorge Bordón, Nicolás Corradi, José Luis Ojeda y las monjas y habían otras personas. Él manifiesta que le daban de tomar algo y lo mareaba, esto ocurría siempre en la noche. Las monjas miraban”.

La madre contó que Joel "tuvo una confusión: él no sabía si era gay, qué le pasaba. Después conoció una chica y esa confusión pasó”. "Ahora se siente frustrado, como que él no puede hacer nada”, cerró el duro relato la mujer.

Otra mamá contó en la puerta del instituto a canal 9 lo que vivió su hijo cuando la investigación contra los curas acusados de abusos salió a la luz. "Él vio a los tres curas y decía que faltaba uno. Yo le pregunté quién y él me decía que otro, pero no me decía el nombre. Ponía los dedos como cruz, como que fuera atrás y marcaba donde hay unos fierros porque están haciendo una construcción. Cuando pasaba la imagen él me indicaba los fierritos con señas”, relató la mujer.

Y concluyó: "Me hacía con la mano grande y le pregunté si lo tocaban, me miró y agachó la cabeza, pero luego me dijo que no. Me dijo que era a los grandes, no a él”.

Los padres están indignados porque algunos aseguran haber radicado denuncias hace años. El gabinete psicológico de la institución y la actitud de los docentes también fueron blanco de reproches y pedidos de explicaciones.

"Tengo a dos chicos: uno sordomudo y una nena hipoacúsica. Anoche cuando vieron la foto, Axel estaba desesperado. Me decía que uno de esos curas lo tocaba en el hombro o la cabeza y él se negaba. Por ahí él traía notas en el cuaderno de que era agresivo con sus docentes o con el cura; ahora entiendo por qué”, narró otra madre.

En cuanto a su hija, la mujer detalló: "Cuando lo vio anoche me dijo que Nicolás (Corradi, el cura de 82 años) cuando ella iba al baño la quería acompañar, ella se negó. Entonces le pregunté si ella le había dicho a la maestra y ella me dijo que no porque tenía miedo. Ahora empiezo a caer por qué ella se negaba a ir a la escuela”.

Llena de bronca e impotencia la mujer exigió "que se pudran en la cárcel” los responsables de los vejámenes.

Muchos de estos papás y mamás llegaron temprano hoy a la puerta de la escuela en calle Boedo, de la localidad de Carrodilla, en Luján de Cuyo. Quieren saber qué pasó. Otros fueron directamente a la Oficina Fiscal 15.

Fuente: Los Andes

Sexo forzado: "hazañas" del macho alfa celebradas en la Web

Violaciones cotidianas de la cultura, desde la cama (sexo sin consentimiento) a la exposición en la red social que desata polémicas. 

Abuso sexual. Foto: iStock Photos.

una página de Facebook cuyo muro cuenta micro anécdotas sexuales devenidas en meme, una frase desató la polémica. Mientras ella se daba vuelta para dormir, aclarando que "estaba cansada", su novio la penetró de prepo mientras le "cantaba el arrorró". Como siempre, la continuación de la expresión brutal sigue en los comentarios -que al momento rondan los 200-. Las aguas de las opiniones se dividen entre: 1.quienes visibilizan una violación detrás de la frase de humor machista ("Que pronto llegue el día en que todas las violaciones sean denunciadas y los tipos vayan presos por estos delitos, NO ES NO!", dice Luli Lu); 2. los comentarios celebratorios de la hazaña, por otros varones ("Chabón, te mereces una ovación de pie y un gran abrazo. Ma es tro"); 3. los comentarios antifeministas (un capítulo aparte en el que no nos vamos a detener).

Cuando la educación sexual hace tanto énfasis en el consentimiento, no es porque sí. Es porque las violaciones no sólo ocurren en callejones oscuros de la ciudad. Pueden no llevar el mote de tales, pero cuando son buscadas, deseadas y perpetradas por un solo miembro de la pareja, también son violentas. "Unilateral no, querido", sería un buen resumen. Imaginemos, caso contrario, que la dama se subiera encima de un novio acostado y con sueño (si queremos agregarle un detalle escabroso podríamos sumarle un dildo de tamaño imperial). 

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Si una relación sexual se produce en circunstancias en las que las condiciones de seguridad y confianza no existen, tampoco existe la posibilidad de que el encuentro sea agradable y pleno para ambos.

Un encuentro que podría ser placentero se convierte en un evento que genera estrés. Como sabemos, el estrés es una reacción psicofísica defensiva acompañada de hormonas que generan el efecto opuesto al que produce la respuesta sexual. Por eso los actos de violencia son biológicamente antagónicos a una sexualidad plena.

La violencia sexual nunca genera una relación amorosa

Dice la doctora Beatriz Literat, sexóloga de Halitus Instituto Médico: "La violencia generadora de estrés proviene de la falta de respeto y consideración, del descuido al compañero/a, de un lenguaje agresivo, de gestos despectivos o groseros, de actos patológicos de control de una persona a otra, de la manipulación psicológica, financiera, de los desencuentros o conflictos no aclarados. Es completamente opuesta al concepto de sexualidad placentera, que se alienta con el interés mutuo por el bienestar del otro." Como remate, agrega la especialista:

"Cualquier acción que realice una de las partes, contraria a la voluntad de la otra, con el fin de obtener lo que, en esas circunstancias solamente puede llamarse una descarga hormonal genital, puede considerarse abuso sexual".

El machismo sobreactuado dice que ellos siempre tienen ganas y nosotras a veces. Cuando tienen ganas, el deseo es acotado: falocéntrico y activo, descollante. Nunca hacen la plancha y piden sexo anal. Muchos de los hombres que disfrutan de esta práctica nunca lo dirían en una red social. Que una mujer los asalte de improviso cuando les duele algo o están cansados, no los pone a la defensiva, simplemente porque hay un control implícito, un micromachismo (a veces macro) difícil de confesar sin hacer tambalear la pareja.

Existen estudios recientes realizados en parejas estables en los cuales se indagó a través de un cuestionario, en qué circunstancias estas personas habían experimentado mayor placer sexual en sus relaciones íntimas y la respuesta que dieron tanto mujeres como hombres fue cuando en los días u horas previos a la relación, sus parejas habían hecho o dicho cosas que los hicieron sentirse importantes, valiosos(as) y queridos(as). La conclusión de estos estudios es que las emociones positivas devenidas del buen trato mutuo actúan como afrodisíacos para las parejas estables, que con frecuencia suelen caer en una rutina de descuido mutuo, que disminuye el deseo sexual. A la luz de los procesos neurohormonales, también podemos encontrar investigaciones que relacionan la química sexual con los cambios que se producen en el cerebro en situaciones no eróticas.

Llamále como quieras: abuso de persona, violación, atropello, falta de respeto, insulto, vejámen pero nada más que eso. No es amor.