La joven -cuya identidad se mantiene en reserva- había sido internada el jueves último por disposición de su madre, que había consultado a un equipo médico, que diagnosticó la enfermedad de la chica. Su hija pesaba unos 40 kilos.
Sin embargo, según trascendió, la resistencia de la muchacha no sólo se reflejaba en el momento de tener que comer los alimentos, sino también quedó de manifesto a la hora de comenzar el tratamiento en ese centro de salud privado.
Sin embargo, la madre dispuso su internación para iniciar el tratamiento. Pero la chica nunca quiso quedarse. Y el viernes último, por la tarde, en un intento de escapar de la clínica se arrojó por la ventana del quinto piso.
La chica cayó sobre un techo del segundo piso de la parte interna de la institución. A causa de las heridas de la caída, la joven murió anteayer a la tarde.
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