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viernes, 20 de junio de 2014

Wimbledon y las bragas con puntillas

  • ¿Qué problema tienen en Wimbledon con las bragas con puntillas? Repasamos uno de los más famosos episodios de la historia de Wimbledon
Hoy traemos otra de esas historias de Wimbledon que merece ser conocida. Esta vez contamos la historia de Gertrude Auguste Moran, tenista nacida en 1923 y que tristemente falleció el año pasado. Participó en Wimbledon 1949 como cabeza de serie número siete, pero fue su vestido el que captó toda la atención y desde entonces fue conocida como “Gorgeous Gussie”, la preciosa Gussie.

Gussie jugaba al tenis. Y jugaba bien. En 1949, a sus 25 años, había conseguido abrirse paso en el circuito amateur hasta el punto de que pudo competir en Wimbledon. Para tan señalada ocasión, Gussie pidió a Ted Tinling -quien había empezado a vestir pocos años antes de 1949 a diferentes jugadoras, entre ellas Betty Hilton- que le diseñara un vestido.

Ted Tinling era un ex-jugador reconvertido a diseñador, y con mucho éxito. Las jugadoras más importantes desde los ’50 a los ’70 pasaron por sus manos. Billie Jean King, Martina Navratilova, Chris Evert, ... todas llevaron sus creaciones hasta bien entrados los ’80. Además había sido diseñador de vestidos de boda, relaciones públicas, maestro de ceremonias en torneos, jugador de bolos, portavoz de la ITF y de Virginia Slims, espía del servicio de inteligencia británico y muchas cosas más. Entró en el International Tennis Hall of Fame en 1986.

Tinling se lanzó a la tarea de diseñar un vestido para el debut de Gussie Moran en 1949. Para aquel entonces, y por encontronazos previos con la organización del torneo, Tinling sabía que debía diseñar un vestido blanco. El vestido, que en palabras de Tinling, brillaría como la propia Gussie, estaba hecho de rayón satinado, era corto, por encima de las rodillas, y se completaría con unas bragas con puntillas.

Gussie Moran se pondría el vestido para el primer partido. Tinling acompañó a Gussie como “call boy” a la pista 1. La prensa inició su acoso. Los fotógrafos de la época, se agolparon en la pista, y se tiraban al suelo para obtener los mejores planos bajo la falda de Gussie. Obtener el ángulo adecuado, el momento justo, el movimiento que dejara más piel a la vista, se convirtió en el objetivo del día.
“La excitación era que veías las bragas una vez cada tres minutos. Nadie sabía que había debajo de las faldas en aquellos días”, argumentaba Tinling.

Todo este despliegue de pecado y vulgaridad no pasaría desapercibido a los miembros del All England Club. Sir Louis Greig, quien por entonces presidía Wimbledon, acusó a Tinling de trasladar la atención del torneo al plano sexual. Tras este incidente, Wimbledon expulsó a Ted Tinling durante varias décadas. Las bragas con puntillas desaparecerían con él.

No sería la última vez que Tinling tendría problemas con el estricto All England Club, y posteriormente diseños suyos para Maria Bueno serían censurados.

Gussie reconocería más tarde no haber visto el vestido con anterioridad, y que pasó una vergüenza enorme, tanto que entró a la pista cubriéndose la cara con la raqueta. No obstante, no le duró mucho, y posteriormente aprovechó este impulso para convertirse en profesional y explotar su imagen.

En 1983, Tinling volvería a ser contratado como relaciones públicas del torneo.

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