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miércoles, 9 de septiembre de 2015

Agatha Christie, 125 años de la reina del misterio

El 15 de septiembre se cumplen 125 años del nacimiento de la gran reina de la novela negra, la británica Mary Clarissa Miller, más conocida como Agatha Christie. La mujer que imaginó al inspector Hércules Poirot lleva vendidos más de 500 millones de libros de una obra que comprende 19 obras teatrales y 88 novelas.
Con ese motivo, entre el 11 y el 20 de septiembre se despliega un programa con charlas, paseos y tertulias en la ciudad natal de la escritora, Torquay, en la costa sur de Inglaterra, en el marco deThe International Agatha Christie Festival.

Educada por su madre en casa

Hija menor del norteamericano Frederick Alvah Miller, corredor de bolsa, y de Clarissa Margaret Boehmer, hija a su vez de un capitán de la Armada británica, nació en 1890 en la localidad de Torquay, Devon, Inglaterra.

La idea de sus padres en sus primeros pasos educativos fue la de que se convirtiera en un futuro en concertista o cantante lírica, pero la joven pasaba sus mejores ratos escribiendo cuentos y poemas, en una época en que las mujeres poco podían opinar a la hora de elegir su futuro.

Pero a la temprana edad de 11 años falleció su progenitor y su vida dio un vuelco, pasando a ser educada en casa por su madre, que era maestra, y dando poder en su mente a las historias de grandes narradores como Charles Dickens o, según confiesa en su autobiografía, de la lectura de la novela de Gaston Leroux: "El misterio del cuarto amarillo", de los cuentos de Edgar Allan Poe y también las historias de Arthur Conan Doyle, especialmente las protagonizadas por Sherlock Holmes.
Christie se casó por primera vez a los 24 años durante la Primera Guerra Mundial con Archibald Christie, un piloto de aviación, quien le daría a su única hija, Rosalind. En el conflicto armado estuvo trabajando de forma voluntaria como enfermera de la Cruz Roja en un hospital de Inglaterra.

Por esta época inicia sus relatos policiales con su primer título con Hércules Poirot como protagonista, un personaje inspirado en varios políticos belgas que pasaron por Inglaterra durante la Gran Guerra, según confiesa en su autobiografía. La novela se titulaba "The mysterious affair at Styles" y decidió enviar el original a la editorial Hodder and Stoughton, con poca fortuna porque se lo rechazaron.
Sin desesperarse, la escritora vuelve a enviar la novela a la editorial The Bodley Head desde donde, tras dos años sin contestar, le hicieron transformar el último capítulo y le publicaron el libro.

Aunque tan solo se vendieron 2.000 ejemplares, lo mejor fue que el diario The Weekly Times adquirió el manuscrito para publicarlo por entregas entre sus lectores, algo muy habitual en los periódicos de la época.
Tras la inserción por capítulos de esa obra en el periódico, y debido a las estrecheces económicas que pasaba la familia, Agatha Christie decidió seguir creando historias para poder ganar más dinero.

Su gran espaldarazo literario fue gracias a la novela "El asesinato de Roger Ackroyd", que publicó en 1926, aunque este fue un año extraño para la escritora, ya que falleció su madre y su marido se marchó con la secretaria, dando lugar a un episodio extraño en el que Christie desapareció varios días y del que, finalmente, la explicación oficial de los médicos fue que había sufrido una amnesia.

Pasarían cinco años hasta que, ya convertida en autora de éxito, se marcó a Bagdad (Irak) (antigua Mesopotamia) viajando en el Orient Express, mítico tren donde conoció al arqueólogo Max Mallowan y de quien se enamoró. Él tenía 25 y ella había cumplido los 40. Su experiencia sobre los raíles le inspiró uno de los títulos más significativos de la escritora: “Asesinato en el Orient Express”.

Con Mallowan se casó al poco tiempo y, merced al trabajo de su esposo, la creadora pasa su tiempo entre Inglaterra y Oriente Medio. Período fecundo, fruto del cual son algunas de sus obras más populares como: "Intriga en Bagdad" o "Muerte en el Nilo".

Anécdotas alrededor de Agatha
Con una vida de viajes y una creación amplia y productiva, no es muy conocido que Agatha Christie era una gran experta en el mundo de los venenos. Una enseñanza que adquirió gracias a su trabajo como enfermera, ya que aquellos meses aprendió las dosis necesarias para provocar la muerte, así como los síntomas principales en vida y postmortem de los que ingerían esos tóxicos.

Una de las críticas más subidas de tono que sufrió en la época victoriana que le tocó vivir y en la que las mujeres eran más “florero” que emprendedoras, fue la acusación de “excéntrica”, motivada por adquirir un coche una vez que su situación económica mejoró. Siempre le gustaba conducirlo y se sintió muy orgullosa de haberlo adquirido.

Otra de las curiosidades que tiene la autora fue su idea de cambiar de registro. Dado que sus relatos de crímenes y misterios le tenían un poco cansada, durante una época se decidió a escribir novelas de amor, dando rienda suelta a los sueños del pasado cuando era adolescente. Publicó seis relatos de ese tipo, pero para ello utilizó el pseudónimo de Mary Westmacott.

Su obra teatral más conocida, “La ratonera”, se estrenó en 1952 en Nottingham, para después representarse, ese mismo año, en Londres en el New Ambassadors Theatre, donde permaneció hasta 1974. Luego se realizó su montaje en un local cercano de esa misma ciudad, el St. Martin´s Theatre. En total lleva en la capital británica ¡más de 25.000 representaciones!.

Según las estadísticas en esa ciudad se han entregado casi 300 toneladas de programas de la función, la han visto más de cinco millones de personas y ha sido escenificada en varias ciudades del país y en 41 países diferentes. Además ha superado a las obras de William Shakespeare en el número de idiomas a los que se ha traducido, concretamente catorce más.

Otro de sus libros emblemáticos, "El caso de los diez negritos", publicado en 1939, también tiene su anécdota cuando la autora quiso hacer una versión para teatro. Llegando la representación a Estados Unidos, algunos medios recibieron el título en tono peyorativo hacia la raza afroamericana pero, curiosamente, la publicidad de la polémica posibilitó que la novela tuviera una tirada millonaria.

Singular fue también el desprecio de Christie por el séptimo arte y por adaptar sus novelas a la gran pantalla. Únicamente tuvo dos excepciones en vida, el filme “Witness for the Prosecution” (1957) que fue puesto en escena por el director Billy Wilder, con Charles Laughton, Marlene Dietrich y Tyrone Power como protagonistas; y "Murder on the Orient Express”, con Albert Finney, Lauren Bacall, Ingrid Bergman y Sean Connery, entre otros, como actores principales.

Tras su fallecimiento también se adaptó para el cine “Death on the Nile” (1978), con Peter Ustinov, Bette Davis, Mia Farrow, David Niven, Jane Birkin y una joven Angela Lansbury entre los actores principales. Precisamente esta última ha sido la gran intérprete de Miss Marple en la versión para la pequeña pantalla de muchas de sus aventuras.

La creadora falleció a los 85 años (en 1976) en el Reino Unido, siendo “Dama del imperio británico” y doctora Honoris Causa en Literatura por la Universidad de Exeter (Reino Unido), pero su obra y su forma de relatar misterios y asesinatos permanecerá para siempre.

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