A las pocas semanas ella me habia aceptado como novio y yo a ella.
Karina ( Carolina en realidad)… era una dulzura en persona con ojos de gacela asustada y boca perlada y jugosa.
Su figura deleitaba, con lineas bien marcadas …mas dejando fluir una languidez , que suavizaba una elegancia algo estudiada.
Tenía dos hoyuelos primorosos cuando sonreía…y sonreía siempre.
Había comenzado la carrera de arquitectura mas abandonó en seguida para trabajar en una boutique que su padre tenía en un barrio de Rosario.
Sus padres trabajaban en una companía americana y ella cuidaba de este negocio que estaba en la esquina de una avenida principal , siendo a veces relevada por su hermana menor, por las tardes.
Nuestro noviazgo fue muy bien y teníamos ambos un cariño verdadero y fiel por el otro… lo que nos fue llevando a aproximaciones eróticas que culminaron en felicidad, durante las visitas matinales que yo le hacía.
La boutique era una especie de pecera toda de vidrio y de esquina , desde donde veiamos a todos y todos nos veian .
Era cuadrada y limpia con vitrinas exteriores e interiores donde se exponían articulos de tocador, perfumes, cremas y ropas ligeras y deportivas …ademas de lingerie.
Habia un elegante balcon de atendimiento, un baño y un probador con un banquito muy gauchito que aún recuerdo con cariño.
Como la tienda tenía una puerta de vidrio con campanitas colgadas , cada vez que entraba un cliente teniamos una pequeña sinfonía anunciadora .
Nos permitía ésto, escondernos en el probador , pequeño, confortable y con un gran espejo , para entonces , sentados en el hípico banquito, galopar las hermosas praderas de la juventud y del amor sincero.
Una mañana , estabamos comenzando una de estas “ecuestres promenades ” cuando sonó el suave campanilleo de la puerta.
Disgustosa y algo roja ( habitualmente era pálida ) Karina se arregló la ropa y descorrio la cortinas lo suficiente para salir…
entonces la escuché decir en voz alta :
– Abuelita…pero que sorpresa – !!
Vestí resignadamente mi ropa interior y me dispuse a esperar que terminase la visita …o que mi novia mandase la vieja a comprar un helado o una aspirina, para yo poder salir o …para terminar el paseo.
Nuevamente las campanitas sonaron y entró una clienta que ya estuviera el día anterior y no se habia aún decidido, en la compra de un pantalón vaquero .
Entra…saluda…recoge el ” jeans ” que estaba reservado en un rincón del balcón , y dice a Karina … ” – “lo pruebo una vez mas y me decido !” y descorre la cortina bruscamente.
Yo que estaba en ropa menor ( la única ) y medio adormecido sentado en el banquito, – al recibir en la cara los fulgidos rayos solares que entraban directamente por la vidriera del frente …quedé ofuscado .
La señora que venía de la luz, entró en el pequeño y oscuro cuarto
( a Karina le gusta hacer amor sin luces ) y sin verme se dio vuelta y cerro la cortina .
Yo creí que era mi novia que se había librado de la vieja …y me abalancé hacia las espaldas de la señora que ya comenzaba a soltar sus polleras…
Apreté fuertemente sus caderas contra mi cuerpo y le dije en la oreja derecha…:
” – Que suerte que te la sacaste de encima a la abuelita !!
Donde la mandaste ?
A comprar estampitas ( santinhos ) en la iglesia ?”
Algun instinto me indicó que habia algo errado…pero no tuve tiempo de racionalizar nada…
El silencio de la señora…( debido al shock emocional sufrido por ” mi ataque”) , duró pocos segundos …en seguida una brutal conmoción fue precedida por un tajante grito , así…:
“- AAAAAHHHHHH !!!! NOOOOOO !! SUÉLTEMEEEEE !! AAAAAHHHH !!
-ESTÁ LOCOOOOOO !!!???
No quiero cansarlos pero… lo que debía ser un momento romántico y excitante , terminó en histeria y gritos y explicaciones a la señora …explicaciones a la abuela…en fin !
Corrió el chisme por el barrio… la pobre Karin pasó por verguenza y malos momentos, porque la señora no paraba de contar la historia en el barrio ( sentía una especie de orgullo en sentirse protagonista de un hecho escandaloso , como si hubiera actuado en una novela).
LLegó a llevar sus amigas, en pequeños grupos, hasta la puerta de la boutique , y entonces, con las ” ñatas contra el vidrio”, les mostraba donde había ocurrido el extraordinario suceso…” allí al fondo…en el probador…estaba escondido…casi desnudo… yo me había sacado la pollera, porque me iba a probar un pantalón…me apretó…creía que era su novia…esa que está ahí…”
y todas decían :…UY ! que situación !
Algunas parecían hablar con algo de envidia.
Karina colorada como un tomate, se encerraba en el baño para no tener que ver ni escuchar .
llegó a oídos de su mamá…
Karina no abrió la tienda por tres días y yo paré de hacer mis visitas matinales por un mes.
(Ricardo) Una anecdota de la web
Como la tienda tenía una puerta de vidrio con campanitas colgadas , cada vez que entraba un cliente teniamos una pequeña sinfonía anunciadora .
Nos permitía ésto, escondernos en el probador , pequeño, confortable y con un gran espejo , para entonces , sentados en el hípico banquito, galopar las hermosas praderas de la juventud y del amor sincero.
Una mañana , estabamos comenzando una de estas “ecuestres promenades ” cuando sonó el suave campanilleo de la puerta.
Disgustosa y algo roja ( habitualmente era pálida ) Karina se arregló la ropa y descorrio la cortinas lo suficiente para salir…
entonces la escuché decir en voz alta :
– Abuelita…pero que sorpresa – !!
Vestí resignadamente mi ropa interior y me dispuse a esperar que terminase la visita …o que mi novia mandase la vieja a comprar un helado o una aspirina, para yo poder salir o …para terminar el paseo.
Nuevamente las campanitas sonaron y entró una clienta que ya estuviera el día anterior y no se habia aún decidido, en la compra de un pantalón vaquero .
Entra…saluda…recoge el ” jeans ” que estaba reservado en un rincón del balcón , y dice a Karina … ” – “lo pruebo una vez mas y me decido !” y descorre la cortina bruscamente.
Yo que estaba en ropa menor ( la única ) y medio adormecido sentado en el banquito, – al recibir en la cara los fulgidos rayos solares que entraban directamente por la vidriera del frente …quedé ofuscado .
La señora que venía de la luz, entró en el pequeño y oscuro cuarto
( a Karina le gusta hacer amor sin luces ) y sin verme se dio vuelta y cerro la cortina .
Yo creí que era mi novia que se había librado de la vieja …y me abalancé hacia las espaldas de la señora que ya comenzaba a soltar sus polleras…
Apreté fuertemente sus caderas contra mi cuerpo y le dije en la oreja derecha…:
” – Que suerte que te la sacaste de encima a la abuelita !!
Donde la mandaste ?
A comprar estampitas ( santinhos ) en la iglesia ?”
Algun instinto me indicó que habia algo errado…pero no tuve tiempo de racionalizar nada…
El silencio de la señora…( debido al shock emocional sufrido por ” mi ataque”) , duró pocos segundos …en seguida una brutal conmoción fue precedida por un tajante grito , así…:
“- AAAAAHHHHHH !!!! NOOOOOO !! SUÉLTEMEEEEE !! AAAAAHHHH !!
-ESTÁ LOCOOOOOO !!!???
No quiero cansarlos pero… lo que debía ser un momento romántico y excitante , terminó en histeria y gritos y explicaciones a la señora …explicaciones a la abuela…en fin !
Corrió el chisme por el barrio… la pobre Karin pasó por verguenza y malos momentos, porque la señora no paraba de contar la historia en el barrio ( sentía una especie de orgullo en sentirse protagonista de un hecho escandaloso , como si hubiera actuado en una novela).
LLegó a llevar sus amigas, en pequeños grupos, hasta la puerta de la boutique , y entonces, con las ” ñatas contra el vidrio”, les mostraba donde había ocurrido el extraordinario suceso…” allí al fondo…en el probador…estaba escondido…casi desnudo… yo me había sacado la pollera, porque me iba a probar un pantalón…me apretó…creía que era su novia…esa que está ahí…”
y todas decían :…UY ! que situación !
Algunas parecían hablar con algo de envidia.
Karina colorada como un tomate, se encerraba en el baño para no tener que ver ni escuchar .
llegó a oídos de su mamá…
Karina no abrió la tienda por tres días y yo paré de hacer mis visitas matinales por un mes.
(Ricardo) Una anecdota de la web
No hay comentarios:
Publicar un comentario